Paralelismos
Marco Aurelio González Gama
Antes que nada quiero agradecer a mis queridos amigos de toda la vida, pero en especial a los no menos estimados amigos del gremio periodístico que han estado pendientes de mi salud. No pasa nada, solo fueron un poco de más de dos años en que me vi envuelto, previsiblemente, en un problema renal que, afortunadamente, ya superé casi definitivamente, el próximo 5 de los corrientes espero ya me dé de alta el cirujano urólogo, el eminente y muy atento doctor Roberto González Barrios, que me atendió con mucha diligencia en el Hospital General del ISSSTE en Veracruz. Nada más se encargó de extirparme una especie de alien de, más o menos una pulgada y media (al cubo) que tenía alojado en la vejiga y que, afortunadamente, resultó benigno, después vino otro problemita por la misma área del que también se encargó el especialista ya mencionado. En resumidas cuentas, el 2024 lo comencé y terminé en el quirófano, pero acá estamos, tratando de cargar baterías y seguir en este placentero oficio de la escritura. Pero dejando las cosas personales aparte, hoy quiero platicarles —y recomendarles— una serie en streaming (Paramount) que hizo que se me humedecieran por momentos los ojos, en algunas de las secuencias más memorables de la serie, que me remitieron a mis años mozuelos, se trata de ‘The Offer’ (La Oferta, 2022), que no es otra cosa más que la historia de detrás de cámaras, contada en 10 episodios, de cómo se filmó ‘El Padrino’ (The Godfhater, 1972). La serie hace honor a la expresión de que el cine es el Séptimo Arte, pues esta cinta dirigida por Francis Ford Coppola hace honor a la misma, es una obra maestra, de principio a fin. Antes debo decir que la serie me la recomendó mi amigo Froylán Hernández Lara, un domingo en que intercambiamos recomendaciones en un breve y fraternal chat, un servidor le sugirió ‘Día cero’ (Zero Day, 2025), con Robert DeNiro en el papel estelar. Pero volviendo a ‘The Offer’, de la cual no les voy a platicar la secuencia porque sería spoiler, nada más les voy hablar de uno de mis máximos referentes de la infancia y adolescencia, Robert (Bob) Evans, que es un actor central de la trama de la serie. ¿Pero quién fue Bob Evans? Pues era un cabroncete que inicialmente fue actor, inclusive dirigió algunas películas, pero lo que más distinguía a Evans es que le encantaban las mujeres, y como buen galán que era, además de rico y poderoso en la industria del cine, ergo, el tipo tenía mucho jale entre las más bellas actrices del Hollywood de aquella época. Era un habitual de la más famosa discoteca de Nueva York en los años 70, Studio 54, y lo que distinguía a —se diría hoy— este antro era el desmadre total, todas las noches de reventón corrían ríos y  ríos de champan, muchos gramos de cocaína, heroína y todo lo que se pueda uno imaginar para embriagarse y perder la conciencia hasta morir. Eran los tiempos en los que me nutría de cualquier fuente de «cultura» que cayera en mis manos como la revista Vanidades que, les soy sincero, no sé para qué me sirvió acumular tanto conocimiento, futil si se quiere, pero fascinante y seductor. Ahí supe por primera vez de Truman Capote antes de leerlo, al artista pop Andy Warhol con sus latas de sopas Campbell’s y sus icónicas imágenes sicodélicas de Marilyn Monroe, a Yves Saint Lauren y su moda vanguardista con la cual vestía a muchas famosas de la época, al elegante dominicano Óscar de la Renta, a Hugh Hefner, a Mick Jagger y su primera esposa, la modelo nicaragüense Bianca Jagger, y así podría continuar hasta el infinito. Robert Evans, era el segundo de abordo de Paramount Pictures y, por lo tanto fue el productor de ‘El Padrino’, pero además de algunos de los mayores éxitos cinematográficos de los años 70: ‘Love Story’, ‘Paper Moon’ (con la increíble y candorosa actuación de una niña de tan solo 9 años llamada Tatum O’Neal, junto a su padre Ryan, ella ganó el Oscar a la mejor actriz de reparto), ‘China Town’, ‘Rosemary’s Baby’ y ‘Serpico’. Para terminar, diré que hay 3 papeles que destacan en la serie: Miles Teller como el productor ejecutivo Albert S. Ruddy, Matthew Goode como Robert Evans y a Juno Temple, que hace el papel de la asistente todo terreno de Ruddy, Bettye McCartt. Véanla, les va a gustar. Ah, se me olvidaba, no todo fue miel sobre ojuela en la vida de Bob Evans. Cierto, sus producciones le dieron a ganar a Paramount cientos de millones de dólares y él se daba una vida de príncipe entre desmadre, alcohol, drogas y mujeres, se casó como 6 veces, todas fueron mujeres hermosas y sofisticadas, pero la tercera, una celebridad que rivalizaba con la del propio Evans, Ali Macgraw, con la que duró 6 años de matrimonio, cansada de las aventuras amorosas del productor, se fue a filmar por su cuenta con Steve McQueen ‘La huída’ (The Getway, 1972), del no menos famoso director Sam Peckinpah, y en esa aventura de Ali, pa pronto se fue a vivir con el rubio actor de fuerte personalidad, es decir McQueen, cosa que fue como un duro golpe en los bajos para Evans, que estuvo a punto de perderse en un remolino de drogas y alcohol, y su puesto de privilegio en Paramount Pictures.