La última oportunidad que tienen los creyentes para despedirse del cuerpo del Papa Francisco, ha provocado filas kilométricas de hasta cinco horas de espera, uy un fuerte dispositivo de seguridad en el Vaticano. La sencillez del féretro contrasta con la majestuosidad del recinto religioso, uno de los sitios más sagrados del catolicismo, donde reina un ambiente solemne y marcado por la devoción de los fieles y peregrinos. Personal de Protección Civil tuvo que atender a varis personas por desmayos y golpes de calor. La nota es de Elías Camahaji y Al Mudena Barragán en el Portal de «Reforma». Foto de Aristegui Noticias.