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MIlenio Digital

Los rezos virales se suman a la fe católica y a la geopolítica: un filipino, un español y un italiano entraron al cónclave con la bendición digital.

Salvador Frausto

A las puertas de la Capilla Sixtina, el murmullo del mundo digital se mezcla con las plegarias milenarias. Por un lado, las cuentas oficiales de diócesis, medios vaticanos y redes de fieles reproducen el mensaje de esperanza ante la inminente elección de un nuevo pontífice. 

Por otro, una avalancha de memes, predicciones y análisis algorítmicos anticipa quién portará la blanca sotana tras la muerte de Jorge Mario Bergoglio.

En este escenario de fe, geopolítica e inteligencia artificial, tres nombres emergen como favoritos del cónclave, y de la aldea digital: el filipino Luis Antonio Tagle, el español Ángel Fernández Artime y el italiano Matteo Zuppi.

Según un análisis de MilenIA –Central de Datos e Inteligencia Artificial de Multimedios– realizado entre el 21 de abril y el 6 de mayo de 2025, estos cardenales encabezan las preferencias digitales con un 60 por ciento de menciones positivas cada uno, aunque con distintos niveles de crítica.

Fernández Artime tiene 25 por ciento de interacciones negativas, Zuppi 35 por ciento, mientras que Tagle logra el menor rechazo, con apenas 20 por ciento.

Con base en 287 millones de interacciones detectadas en Facebook, X (antes Twitter), TikTok, Instagram y YouTube, el estudio revela también que las conversaciones sobre los tres principales papables no sólo son intensas, sino profundamente regionalizadas, un factor clave en un Colegio Cardenalicio dividido entre el peso del legado reformista de Francisco y las pulsiones conservadoras que agitan a Europa, América y África.

El «Francisco de Asia»
Luis Antonio Tagle, de 67 años, ex arzobispo de Manila y prefecto emérito del Dicasterio para la Evangelización, es descrito por el vaticanólogo estadunidense y editor del periódico Crux, John Allen Jr, como «la figura asiática más cercana al corazón pastoral de Francisco».

Su sensibilidad social, teología progresista y carisma digital lo colocan como favorito tanto entre los jóvenes católicos como en las aguas del sur global.

Con 60 por ciento de opiniones aprobatorias y un equilibrio entre menciones neutras (20 por ciento) y adversas (20 por ciento), Tagle es impulsado por el bloque asiático (23 votos), buena parte de América Latina (21 cardenales electores) y algunos africanos con una visión más moderada. 

«Su perfil simboliza una Iglesia en salida, que mira hacia las periferias”, dice la analista italiana Franca Giansoldati. 
«Pero justamente por eso, sectores europeos y norteamericanos podrían vetarlo».
Su capacidad de conectar con audiencias digitales –bailando en videos virales, o compartiendo sermones que logran millones de vistas– ha sido calificada como «una ventaja emocional». El algoritmo del Espíritu Santo, dicen con ironía algunos internautas, ya se pronunció a su favor.

El inesperado español
Ángel Fernández Artime, de 64 años, fue rector de los salesianos y uno de los pocos superiores religiosos convocados al cónclave tras recibir el birrete cardenalicio en 2023. 

Su inclusión entre los favoritos ha sido sorpresiva: nunca fue obispo de diócesis, ni trabajó en la curia. Pero su perfil de liderazgo, su cercanía con comunidades vulnerables y una activa presencia en redes sociodigitales (principalmente entre fieles hispanohablantes) le han ganado popularidad.

Con 60 por ciento de menciones positivas, 25 por ciento negativas y un bajo nivel de interacciones neutras (15 por ciento), el español se consolida como la revelación del proceso. 

«El fenómeno Fernández Artime demuestra cómo el peso simbólico de ciertas figuras puede crecer exponencialmente gracias al ecosistema digital», señaló el vaticanista mexicano Bernardo Barranco.
«Es un candidato que entusiasma a sectores juveniles, pero podría carecer de respaldo suficiente entre los purpurados tradicionalistas».

El cardenal Ángel Fernández Artime nunca fue obispo de diócesis, ni trabajó en la curia. (Foto: Especial)
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Artime concentra apoyos principalmente en América Latina y España, donde su popularidad entre laicos y religiosos salesianos es notable; sin embargo, carece del mismo peso entre cardenales africanos y de Europa del Este.

El italiano pacificador
Matteo Zuppi, de 69 años, arzobispo de Bolonia, es quizá el rostro más visible del ala reformista italiana. Vinculado desde hace décadas a la Comunidad de Sant’Egidio, ha mediado en conflictos internacionales –como la guerra en Ucrania– y representa una visión de Iglesia comprometida con la paz, la justicia social y la apertura a la diversidad.

A pesar de tener también 60 por ciento de buenas vibras, su tasa de rechazo (35 por ciento) lo convierte en el más polarizante entre los tres punteros. 

Según el sociólogo francés Philippe Portier, «Zuppi genera esperanza en sectores que buscan una continuidad profunda con Francisco, pero provoca rechazo entre los que quieren un retorno a la ortodoxia doctrinal».

Matteo Zuppi ha mediado en conflictos internacionales.

Italia, con 17 votos, no ha tenido un Papa desde Juan Pablo I en 1978. La posibilidad de que Zuppi articule una alianza entre los reformistas del norte y sur global con los cardenales moderados europeos no es descartada por los observadores del Vaticano. 

«Su perfil es el del puente –resume Barranco–, aunque los puentes a veces se incendian».
Rezos virales y votos secretos
Entre los contendientes que han perdido impulso destacan Pietro Parolin y Jean-Marc Aveline, ambos con 55 por ciento de aprobación en redes sociales. 

El italiano y el francés tienen altos niveles de reconocimiento en la curia romana, pero no logran emocionar a las bases digitales ni articular un discurso que conecte con las tensiones globales actuales.

Un escalón abajo, figuras como Robert Sarah (Guinea) o Peter Turkson (Ghana) mantienen presencia en medios y redes asociadas a la derecha católica, pero sus posturas conservadoras son vistas como regresivas por amplios sectores.

El húngaro Péter Erdő y el canadiense Marc Ouellet muestran estabilidad discursiva, pero sus menciones son predominantemente neutras. El alemán Christoph Schönborn, con apenas 30 por ciento de menciones positivas y 65 por ciento de impulsos negativos, aún confía en que el voto secreto tenga más peso que los rezos virales.

Con 133 cardenales electores, la distribución regional define el juego: Europa aporta 51 votos; Asia 23; América Latina, 21; África 18; América del Norte 16, y Oceanía cuatro. Para alcanzar los 89 votos necesarios, cualquier candidato necesita una coalición amplia.

https://www.milenio.com/internacional/quienes-son-favoritos-para-ser-el-nuevo-papa-segun-un-analisis-digital
Foto de La Verdad Noticias