El joven mesero Carlos López Reátegui, oriundo de Iquitos, llegó a Chiclayo en busca de trabajo. Y en un restaurante donde empezó a laborar siempre atendía al Obispo Robert Prevost. Señaló que su comida preferida era el cabrito. Sin ser consciente de su indiscreción, el mesero cuenta a los periodistas que lo buscan, que Prevost no le dejaba propina pero sí bendiciones. Ahora el restaurante promociona el platillo como «el almuerzo preferido del Papa». La ventas del cabrito se han disparado. La nota es de Carlos Paredes en «Dominga» de «Milenio». Foto de Euronews.