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El Economista

“Si no formamos a los públicos con nuestros contenidos y propiciamos el encuentro y la reflexión, no va a haber forma de ganarle la batalla al mercado”, señaló la productora Mónica Lozano en la segunda jornada del encuentro entre el gremio y tomadores de decisiones.

Foro Cultura y Cine Mexicano.
“Foro: Cultura y cine mexicano en cada rincón de la República”, organizado por el Senado de la República a través de su Comisión de Cultura y por los Estudios Churubusco. Foto EE: Cortesía

Por:
Ricardo Quiroga

El entramado cinematográfico en nuestro país involucra tantas perspectivas que requiere del trabajo transversal de distintos sectores de gobierno, la sociedad civil, las instituciones educativas y la inversión privada.

De lo anterior se dio constancia este jueves en la segunda jornada del “Foro: Cultura y cine mexicano en cada rincón de la República”, organizado por el Senado de la República a través de su Comisión de Cultura y por los Estudios Churubusco.

De este encuentro participaron representantes del Legislativo federal, 26 estados de la República, 12 secretarios de Cultura y 10 diputados presidentes de las comisiones del sector en sus estados, así como miembros de los distintos subsectores del ecosistema audiovisual.

Inauguración. “Foro cultura y cine mexicano en cada rincón de la República”, este miércoles en el Senado. Foto EE: Especial
Arte e Ideas
Legislativo y gremio del cine se sientan a conversar
Además de generar puntos de acuerdo, aunque no vinculantes, sobre las necesidades de la industria en materia de política pública, en este encuentro se expresaron puntos de interés para enlazar a los estados a través de sus tomadores de decisiones con responsables de proyectos de producción y exhibición.

También se abordó uno de los temas clave del encuentro, un tema que fue tocado a fondo en la primera jornada del miércoles y que se retomó en esta segunda parte, la necesidad de impulsar comisiones y leyes de filmación en todas las entidades del país.

Asimismo, se acordó que el cine es un universo tan vasto y diverso, donde todas las narrativas deben caber y, por esto, debe haber espacios de exhibición para todas las expresiones fílmicas. También se enfatizó en la necesidad de políticas para la formación de audiencias tan diversas como exige la oferta fílmica contemporánea.

Este primer foro, se mencionó, es parte de distintos encuentros que los Estudios Churubusco realizarán a lo largo del año. Y la senadora Beatriz Mojica, presidenta de la Comisión de Cultura, indicó la intención de que todo lo señalado en el foro se vea reflejado en leyes que apoyen el cine mexicano y la operación en los distintos estados.

Mojica Morga señaló: “Tenemos mucha tarea por delante, para trabajar en conjunto (…) Ante los embates de Estados Unidos, tenemos que decir que en México estamos en una sola voz por la defensa de nuestra industria fílmica. Los aranceles no nos van a hacer mella si estamos organizados”.

“Foro: Cultura y cine mexicano en cada rincón de la República”, organizado por el Senado de la República a través de su Comisión de Cultura y por los Estudios Churubusco. Foto EE:

Festivales, foros esenciales para la industria
De acuerdo con la reciente versión del Anuario Estadístico de Cine Mexicano, en 2024 se efectuaron 253 festivales y eventos de exhibición de cine en México. Pero, ¿cuáles son las necesidades para su efectiva operación?

De lo anterior conversaron Fernanda Becerril, directora ejecutiva del FICUNAM; Edna Campos, directora de Macabro; Itzel Martínez del Cañizo, directora general de Ambulante, y Pablo Baksht Segovia, coordinador del programa FICM Presenta en torno al tema “Festivales: Fortalecimiento del cine como actividad económica”.

Itzel Martínez del Cañizo expresó que: “Después de escuchar que tenemos más de 250 festivales, yo diría: ya no hagan nuevos festivales. ¿Por qué no apoyamos a los festivales que ya existen y vemos la manera de fortalecernos como comunidad de exhibidores? Considerando que un festival de cine es como un círculo virtuoso, invitamos a revisar en qué condiciones se encuentran, acercarse a quienes hacemos festivales de cine (…) Se ha dicho mucho sobre los tejidos sociales, pues un festival de cine es el lugar idóneo para ponerlo en práctica”.

Acto seguido, la directora del Imcine, Daniela Alatorre, pidió la voz para expresar: “cuando los festivales desarrollan una relación con sus públicos, esos públicos de pronto confían en la programación del festival y están expuestos a un tipo de narrativas y curadurías a los que de otra manera no hubieran estado expuestos. Esto es resultado de una visión de formación de públicos que se necesita para expandir la posibilidad de un consumo distinto del cine”.

Ahora, ¿es posible que un festival en el país sea sustentable o al menos operan con esa visión? Esto preguntó la diputada Alma Lidia de la Vega, presidenta de la Comisión de Cultura en San Lázaro.

“Sin apoyos, estatales, federales y de empresas, prácticamente no habría festivales. Siempre se requieren los apoyos porque ningún festival va a recuperar lo que cuesta solamente con la entrada del público. Muchos de ellos son gratuitos. En general, me parece que no hay un solo festival que lo pueda lograr”, respondió Cristián Calónico, director de los Estudios Churubusco.

Y Pablo Baksht detalló que, en todo caso, un festival implica una inversión con cierto retorno, tanto de los gobiernos de las comunidades a los que apela, en aspectos de mejoramiento de la calidad de vida, y también para la imagen de las marcas que invierten.

En este tenor, la secretaria de Cultura de Baja California, Alma Delia Ábrego, comentó: “Los festivales necesitan encontrar formas de financiamiento mucho más ingeniosas que las que hemos asimilado a lo largo del tiempo. La gente tiene que cobrar y tiene que comer, los artistas, los organizadores. Nos parece antiguo pensar que el Estado va a financiar todo (…) hay que aliarse con otros sectores diferentes al cine. Necesitamos fuentes de financiamiento concretas, reales, asertivas y una política cultural de gobierno que haga de columna vertebral y una estrategia de financiamiento mucho más agresiva con patrocinadores y donantes”.

“Foro: Cultura y cine mexicano en cada rincón de la República”, organizado por el Senado de la República a través de su Comisión de Cultura y por los Estudios Churubusco. Foto EE:
“Foro: Cultura y cine mexicano en cada rincón de la República”, organizado por el Senado de la República a través de su Comisión de Cultura y por los Estudios Churubusco.

¿Cómo crear comisiones de filmación en cada estado?
A muy grandes rasgos, las comisiones de filmación hacen el trabajo de promover el destino que representa ante potenciales productoras interesadas, facilitar los procesos de solicitud de filmación y una vez establecidos los proyectos de rodaje, se encarga de regular las prácticas. Por todo esto, una comisión de este tipo ofrece certeza a un productor sobre el destino en cuestión para que éste pueda llevar a buen puerto su filmación.

Es por lo anterior que este tipo de instancias intermediarias se vuelven esenciales en cada entidad, sobre todo si cada una está respaldada por una ley de filmaciones local.

Ahora bien, de acuerdo con el ya citado Anuario Estadístico de Cine Mexicano, actualmente existen 38 enlaces fílmicos en todo el país, es decir, oficinas de intermediación, de las cuales 14 son comisiones establecidas por el respaldo de una ley de filmaciones estatal y una más está establecida en Morelia, cuyo municipio cuenta con un respaldo legislativo, mientras que las 23 restantes, un puñado de ellas en dos municipios por estado, solamente son oficinas de apoyo y no cuentan con una ley de respaldo, muchas veces no tienen procedimientos ni catálogo de locaciones.

Éste fue el tema de la segunda mesa de la segunda jornada, enfocada en las comisiones y leyes de filmación por entidad. De ella participaron Diana Álvarez Segoviano, coordinadora de la Comisión Mexicana de Filmaciones, del Imcine, y Francisco Hernández Tecua, especialista en temas legislativos, moderados por la presidenta de la Comisión de Cultura en el Senado, Beatriz Mojica.

Diana Álvarez detalló que de los 38 enlaces fílmicos en el país el 68% depende de las secretarías de Turismo locales y solamente el 16% depende de las dependencias de Cultura, además de que un 11% lo hace para las instancias de Economía, lo que ha generado barreras de comunicación entre las instancias involucradas.

“Pusimos en marcha una estrategia para que haya una colaboración más franca y la información se transmita a través de las secretarías de Cultura. Cada gobierno puede determinar la dependencia a la que le funciona más adherir sus oficinas de enlace, pero es necesario que haya un trabajo conjunto”, refirió Segoviano.

Por su parte, Hernández Tecua señaló que la persona encargada de una Comisión de Filmaciones, después de todo, “se convierte en un gerente social”, con la capacidad de enlazar distintos intereses económicos, sociales y políticos en cada entidad. Después de todo, es la persona encargada de generar los vínculos necesarios con todas las instancias de gobierno que puedan garantizar la viabilidad de determinado proyecto fílmico, incluyendo la seguridad.

Agregó que “el éxito está en profesionalizar las áreas, cualquiera de ellas. No se trata nada más de tener una ley o un reglamento, sino bajarlo a una manual de administración, de procedimientos, a un anuario y un atlas, todos los documentos que puedan dejar un legado y que respalden a la comisión ante cualquier transición de gobierno. Creo que estamos parados en un momento oportuno. Nunca hay condiciones, siempre hay que salir a buscarlas. Salgan a buscarlas”.

Profesionalización en todo el país
La tercera mesa de la jornada estuvo profundamente relacionada con el tema anterior, dado que se habló de las necesidades de los estados en materia de filmación. De ésta participaron Everardo González, director de cine documental y fundadora de la productora Artegios; Paulina Valencia, productora y fundadora de Kintsugi Cine, y la premiada Mónica Lozano, productora y CEO de Alebrije Producciones, todas moderadas por Daniela Alatorre, directora del Imcine.

Mónica Lozano expresó: “Debemos propiciar que nuestros imaginarios se sigan construyendo, pero desde donde se desarrollan estos imaginarios y que verdaderamente descentralicemos la producción audiovisual; que se fortalezcan regiones y ciudades (…) lo ideal sería que haya técnicos calificados en cada estado, que haya empresas calificadas de bienes y servicios, para que no seamos este animal que llega a estropear el entorno, porque dicen que donde pasa el cine se seca el pasto. Para que esto suceda, necesitamos las alianzas con los gobiernos, que haya un trabajo de simplificación de trámites, de promoción de locaciones y que podamos trabajar de manera colaborativa entre los sectores público, privado y social, para que haya un desarrollo real en cada estado”.

Para ello, Lozano señaló que una obligación es la generación de proyectos educativos para la capacitación y profesionalización sobre las distintas áreas del cine en cada entidad, además de la generación de políticas fiscales para el reembolso de inversión al sector privado.

El realizador Everardo González coincidió en que al filmar en estados del país surgen necesidades como la protección de la producción y el equipo, la salvaguarda de los integrantes de los gremios de filmación, la infraestructura técnica adaptada a cada entorno y dijo: “la producción necesita capacidad de producción, no rigidez industrial”. Finalmente, González refirió: “la ética también se produce, se diseña, se sostiene y se conversa. Cada crew necesita condiciones claras sobre consentimiento, sobre cuidado de la identidad”-

“Foro: Cultura y cine mexicano en cada rincón de la República”, organizado por el Senado de la República a través de su Comisión de Cultura y por los Estudios Churubusco.

Insisten en la generación de públicos
Por otro lado, Mónica Lozano señaló que con la pandemia se aceleró un cambio de hábito del consumidor de cine, y agregó: “en México no tenemos programas de formación de públicos y hemos educado al público con los contenidos que vienen del mundo. Ésas son las realidades que el consumidor entiende y por eso quiere ver historias repetidas, quizás por un tema de brecha digital o de poder adquisitivo, por muchas razones, pero si no formamos a los públicos con nuestros contenidos y propiciamos el encuentro y la reflexión, no va a haber forma de ganarle la batalla al mercado”.

Otra gran necesidad, particularmente del cine documental, dijo Everardo González, “es la flexibilidad financiera y romper con la mala práctica de considerar al cine documental como algo poco costoso. Muchos fondos están pensados desde la lógica del centro, desde lo urbano y estable, pero filmar en territorios complejos implica gastos que no siempre se consideran dentro de las categorías tradicionales: seguridad, scouting extendido, seguros especiales, donativos, desplazamientos nocturnos o imprevistos. Necesitamos financiamientos que entiendan estas condiciones como parte del costo legítimo de hacer cine en este país”.

Y cerró su participación así: “Si México es el cuarto consumidor de cine en salas del mundo, sí es un país de cinéfilos, cinéfilos a los que estamos perdiendo en lo que para mí es el verdadero centralismo cinematográfico. Ésta es la batalla cultural que perdimos y que está generando discursos homogéneos desde aparatos corporativos para los que aquella visión importa poco. El centralismo se desplazó, ahora habita otro espacio y vamos tarde para generar condiciones en este país”.

Finalmente, la productora Paulina Valencia señaló que, sin duda, “hay una cuestión de responsabilidad desde quien produce y promueve el cine”, y coincidió sobre la perspectiva de formación de audiencias: “entiendo que el cine también es entretenimiento, pero me parece que hay que buscar un equilibrio, hay que revertir narrativas, pero también podemos hacer reír a la gente. Me parece que nuestro trabajo también está en encontrar el balance”.

Después de todo, se acordó que un error común de la industria es pensar al público como un ente homogéneo. “El cine es mucho más que un pensamiento de targets. Claro que tiene que existir el cine de entretenimiento, pero también tiene que haber ensayo cinematográfico, el cine documental de denuncia o de turismo; el cine para niños, el que te haga reír o llorar, el que te indigne. Así como el cine no tiene que ser algo en particular, tampoco los públicos”, dijo Valencia.

Algunos puntos importantes
Fortalecer apoyo a festivales como proyectos efectivos para sus comunidades
Generar financiamientos mixtos que involucre a inversión privada
Buscar el impulso de leyes de filmación en todos los estados
Optimizar la comunicación de las oficinas de filmación en entidades
Creación de un consejo de filmaciones entre gremio fílmico y funcionarios
Transparentar recursos en las oficinas de filmación
Mayor capacidad de registro estadístico por entidad
Fortalecimiento de infraestructura de bienes, servicios y profesionales en cada destino
Buscar la flexibilidad financiera de las producciones