Por más esfuerzos que han hecho muchos, la libertad de expresión llegó para quedarse, es un derecho que ya nadie nos podrá arrebatar a los mexicanos, por más incómoda que sea, por más ponzoñosa que sea, por más desagradable que a veces sea. Sí, se ha atentado en contra de ella, se ha querido acallarla, pero ahí está Excélsior como también ahí han estado y estarán ejemplos como Siempre!, Uno más Uno, Proceso, La Jornada, el semanario Zeta, y ahí están, imbatibles, como una fuerza «insurgente», las redes sociales, los portales de noticias, las plataformas de denuncia como WikiLeaks, MéxicoLeaks, y remontandonos muy atrás ahí estuvieron quienes antecedentes que recoge la historia como El hijo del ahuizote, Belisario Domínguez, Francisco Zarco, Carmen y Aquiles Serdán y, en fin, han caido unos y han surgido otros. Hoy fue Carmen y mañana puede ser cualquiera, pero esto es como el mañana, irremediablemente siempre habrá un mañana, pésele a quien le pese.