A unos cuantos días de que terminen las campañas electorales para diputados federales, y a poco más de una semana para que los electores acudan a emitir su voto, nos hemos dado cuenta de que en una elección gana quien realmente sabe hacer campaña. Y hacer campaña incluye el mero día de la elección, cuando la estructura política del partido y del candidato mueve a su voto duro o a sus acarreados a las urnas para que emitan el voto a su favor.
Lamentablemente no bastan las buenas propuestas, no basta la honestidad, no basta ser una excelente persona ni ir a misa los domingos o ayudar a los ancianos a cruzar la calle. Una elección se gana con votos y el candidato que logre meter más votos a su favor en la urna, al “haiga sido como haiga sido”, es el que ganará la elección.
Aquellos que ya han participado en campañas anteriores lo saben, ya sea porque han sufrido descalabros, ya sea porque se han levantado con la victoria. Hay que saber hacer campaña y aunque sea por unas cuantas semanas se debe simular ser un buen ciudadano, un buen funcionario público, un buen hijo de familia. Aquellos que saben ganar una elección conocen en donde está la vuelta de tuerca para ajustar aquellos mecanismos que se han aflojado.
Por supuesto con los medios de comunicación no hay que pelearse, por supuesto hay que ser amables aunque el pinche columnista les haya tirado duro en toda la campaña. Hay que sonreírle, hay que desearle los buenos días y las buenas noches aunque en el fondo los esté uno mandando a la chingada. Los que saben hacer campaña también saben ser agradecidos. Por ello ponen a una persona que les maneje la prensa para que esté al tanto de los comentarios elogiosos que en su momento cualquier periodista haga sobre la persona del candidato.
Para los que saben hacer campañas nunca sobra una llamada de agradecimiento para el comunicador que se tomó la molestia de evaluar su campaña. Los que no saben hacer campaña ni siquiera se toman la molestia de llamar, ni siquiera se enteran de lo que dijeron de ellos. Otros, en su justicia, se sienten dignos de esos elogios y por eso ni agradecen.
Los que no saben hacer campaña se conforman con mandar boletines de prensa a los correos electrónicos de los comunicadores, correos que no pidieron personalmente, porque no les interesó ponerse en contacto con el periodista, sino que los tomaron de los medios donde publican. Así, las bandejas de entrada de los periodistas se llenan de correos basura de los candidatos de todos los distritos que nunca serán abiertos, nunca serán publicados, nadie les hará caso, porque nadie se puso personalmente en contacto con ellos. Los que saben hacer campaña saben que sus boletines se publicarán en el medio con el que por supuesto previamente ya han acordado.
Los que saben hacer campaña no se dejan engañar con encuestas falsas. Si bien se ocupan en que se publiquen encuestas donde ellos van a la cabeza, tienen una encuesta real que les advierte si hay riesgos, si se debe apretar el paso o si se debe seguir como hasta el momento van.
Esa mañana de 7 de junio los que supieron hacer campaña se levantarán temprano y acudirán a votar a su casilla. Ya echada a andar toda su estructura, se sentarán a esperar buenos resultados, y eso porque supieron hacer campaña.

POSTDATA 1: RECONOCIMIENTO A CÍRCULO ROJO
El día 5 de junio, dentro de la conmemoración que el Club de Periodistas de México hace año con año a la Libertad de Expresión, el programa del Círculo Rojo del Periodismo Veracruzano, integrado por Virginia Durán Campollo, Claudia Guerrero y un servidor, recibirá un reconocimiento por la labor informativa que ha estado realizando en estos dos últimos años. Agradecemos de antemano este reconocimiento al Club de Periodistas que en Veracruz preside Uriel Rosas Martínez. Al mismo tiempo estén seguros de que siempre buscaremos fortalecer la dinámica y el profesionalismo que ha caracterizado nuestro trabajo informativo.

Armando Ortiz aortiz52@nullhotmail.com