LAS CONSTANTES manifestaciones que se dan en la ciudad capital, son, sin duda, uno de los principales síntomas de que algo anda mal.

Este recurso de los gobernados, ha sido utilizado desde tiempos inmemoriales para pedir, antes que otra cosa, un poco de atención. Discutir, ante quien corresponda, el asunto que los ha traído al principal espacio de las lamentaciones.

Y es que, la atención que se tenga con los demás, es el principio de una buena relación entre ambas partes. Diríamos que se trata del cincuenta por ciento de las soluciones a los diversos problemas que se presentan.

Por eso, las manifestaciones, a veces permanentes por alguien que se siente atropellado en sus derechos, deben tener, antes que nada, esa dosis de atención que se requiere. Ahí comienza el orden, la tranquilidad, la esperanza de lograr un buen acuerdo.

Pero, mientras no haya esta importante parte de una relación gobierno-gobernados, no habrá la posibilidad de que un día las famosas protestas en la calles, las paralizaciones viales, los enfrentamientos, la violencia, el cansancio y el hartazgo, se borren del diario despertar de esta ciudad.

Y surge la pregunta, ¿Porqué se ha llegado a este extremo, con estas evidentes consecuencias? Seguramente, que la respuesta es clara: No hubo atención inmediata, no hubo responsabilidad política y social, ni tampoco hubo atención al compromiso contraído, generalmente, con el pueblo.

NO SERA MAÑANA diez, como lo habíamos comentado, pero lo será el día veintidós de este mismo mes, cuando el Consejero Presidente del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, José Luis Bueno Bello, tenga que dejar desocupado el changarro.

Sí, efectivamente, Bueno Bello, concluye, por ley, el ciclo que le correspondía al frente de este importante organismo regulador del derecho de los veracruzanos, a ser debidamente informados, cuando así lo soliciten a los entes responsables.

Ha llegado, como se sabe, el nuevo consejero de la institución, de nombre José Rubén Mendoza Hernández, quien, seguramente, será investido con la presidencia, que hasta estos días, ha estado cumpliendo responsablemente el todavía Consejero Presidente José Luis bueno Bello.

Hay esta certeza, porque los actuales consejeros, no cumplen, ni han cumplido, con el perfil adecuado, por lo que, de plano, se consideran fuera de esa posibilidad.

Bueno Bello, dio excelentes resultados durante el encargo de la Presidencia del IVAI, por lo que, asegura, se va plenamente satisfecho de haber cumplido con su responsabilidad.

LA GENTE QUIERE Hechos y no palabras, dice Américo Zúñiga Martínez. Y no le falta razón.

Poco a poco, los ciudadanos están buscando opciones políticas. Ya lo vimos en la pasada jornada electoral. El mensaje es claro, es decir, no deja dudas de ninguna naturaleza.

Los ciudadanos ya comienzan a cansarse de la palabrería y esto lo entiende perfectamente bien el alcalde de Xalapa, quien ahora, se encuentra mucho más preocupado, porque, también lo sabe, el compromiso de los nuevos tiempos, es mucho más fuerte.

Por eso, el Presidente Municipal de la Atenas Veracruzana, ha cambiado el discurso por las obras. Dice que el mejor mensaje que le puede dar a la ciudadanía es precisamente, inaugurando obras de beneficio social, donde se vea el trabajo de su administración, el interés que tienen las autoridades municipales para resolver las demandas de quienes, en algún momento, tomó la determinación de elegirlos para representar sus propios intereses.

Américo Zúñiga Martínez, pertenece a las nuevas generaciones de políticos que se han formado dentro del quehacer público, pero con dirección correcta. No es de los improvisados, menos de aquellos que piensan solamente en el enriquecimiento a costa de los bienes públicos. Es de los que trabajan, que sudan la gota gorda cuando no hay recursos y se tiene que recurrir a las estrategias económicas para salir adelante. Es de los que piensan que ser político, es tener la capacidad suficiente para servir a los demás y no servirse, solamente, asimismo.

Por eso, como buen alcalde, camina por las calles de Xalapa. Esta en donde hace la falta la presencia de la autoridad, porque sabe, que los jalapeños, ya están cansados de promesas. La gente, dice convencido el edil, lo que quiere es que sus impuestos se vean reflejadas en obras, programas y acciones que les beneficien.

Y acepta, los gobernantes tenemos una responsabilidad que no es sencilla: lograr que las aspiraciones de los ciudadanos se vean materializadas en obras. Este es el mensaje, las obras, los resultados, porque la gente quiere hechos y no palabras, quiere ver acciones, interés, movimiento. Quiere, en pocas palabras, que los políticos respondan a la confianza ciudadana. Y sigue, sin duda, teniendo toda la razón, el que dirige los destinos de la capital veracruzana.

JAVIER CORRAL, DEL PAN, vino a tierras veracruzanas, con la finalidad de dar a conocer su precandidatura a la dirigencia nacional de su partido.

Pero vino, también, con la espada desenvainada, para atacar directamente a Miguel Ángel Yunes Linares, y su grupo. Aseguró que su partido, va de desfiguro en desfiguro y que gran parte de este problema, se lo debe al propio ex secretario de gobierno en Veracruz.

Pareciera que no vino, Javier Corral, a hacer campaña, a presentar sus propios proyectos políticos, sino, como se sabe, a combatir a un hombre, que el mismo Senador de la República, sabe bien que se ha consolidado como un dolor de cabeza, tanto para el PRI, como para el PAN. Así lo tiene considerado.

Pero va más allá. Culpa al supuesto dueño del PAN, cuando menos en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, de la debacle de su partido, en las pasadas elecciones del siete de junio. El tiene la culpa, lo dijo sin mayores problemas, el todavía legislador federal, ahora en precampaña para buscar dirigir al PAN a nivel nacional.

Y EL LUNES, AQUÍ nos encontraremos, si otra cosa no sucede, recordando a nuestros lectores, que esta columna política, aparece en este medio y veinte más, entre periódicos y portales electrónicos.

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