Son tres jóvenes unidos por una ideología. Cada uno con estilo diferente de hacer política; muy educados y respetuosos con mi persona aunque a fuerza de ser sincero, sólo con uno de ellos me llevo muy pesado.

A uno, lo conocí muy chavito, entre diez y 12 años; la amistad que tengo con su padre fue el puente para continuar ahora con la amistad con su hijo. A otro, lo conocí hace como seis o siete años, de una manera casual haciendo antesala ambos en el Congreso local. Al tercer joven lo conocí hace unas semanas, durante una cena. Tiene entre 25 y 27 años pero abreva y disfruta de la política en una buena charla.

¿Qué tienen en común? Casi todo… los tres son priistas y además, de una forma u otra, sus vidas se relacionan con la de un ex dirigente juvenil: Héctor Yunes Landa.

II

Platico con Sandro Gómez, dirigente de Red de Jóvenes por México, en Veracruz; Rodrigo Montoya, secretario particular del alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga; y José David Alfaro Pagasa, dirigente nacional de Red Juventud Popular.

Tenía 16 años Rodrigo cuando ya hacía talacha política en Chaviza Revolucionaria. Empezó a trabajar de cerca con el diputado local Héctor Yunes Landa. Rodrigo siempre me guarda respeto aunque yo sea muy “pesado” con él.

En el caso de Sandro y José David, la relación que tienen con el senador Héctor Yunes Landa inicia con sus padres, Gerardo Gómez y Encarnación Alfaro… se conocen desde muy jóvenes.

Cuando nombran subsecretario de Gobierno a Héctor Yunes en la administración de Miguel Alemán, Gerardo me dice: “va a buscar la Gubernatura… la va a buscar.”

III

En el caso de Encarnación, es José David quien me cuenta una anécdota entre su padre y el senador que remonta a sus años mozos cuando era la campaña para presidente de la República de Miguel de la Madrid Hurtado.

Se cuenta que en Durango, durante un mitin de jóvenes, éstos, en la espera del candidato, empezaron a aventar aviones de papel y uno, justo a la llegada de Miguel de la Madrid, le pega en la frente. Eso costó que por unos días se suspendieran las manifestaciones de los chavos y por supuesto, le dieran “cuello” al dirigente nacional juvenil cuyo nombre se escapa del recuerdo.

Ahí es cuando entra en su lugar Encarnación Alfaro. Manuel Bartlett, coordinador de campaña, lleva al itinerario dos estados para reiniciar de nuevo las actividades juveniles en pro del candidato: Oaxaca y Veracruz.

Al concentrarse Bartlett, Encarnación y los líderes juveniles de estos estados, el de Oaxaca empieza a pedir las perlas de la Virgen para realizar el evento, cosa que al parecer no agradó a Bartlett y “dándole el avión”, se dirigió al jarocho, y cuando le cuestionó qué necesitaba para el evento, Héctor Yunes le dijo “¡Nada!” con lo que se decidió que en Martínez de la Torre volverían las actividades juveniles para el candidato.

Que cómo ambos, Encarnación y Héctor, llegan a ser dirigentes nacionales y cómo se confrontan, es una historia que me reservo por falta de espacio, pero recientemente, de una forma u otra, el tiempo se encargó de reunir a Encarnación Alfaro y Héctor Yunes con un solo objetivo: José David Alfaro.

Mientras, me quedo con el grato recuerdo que tuve con estos tres jóvenes cuyo camino político, de una u otra forma, tiene que ver con Héctor Yunes Landa.

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