Dentro de un año ya sabremos quién nos va a gobernar durante la minigubernatura de dos años, similar a la de Puebla, también de dos años. Pero el panorama está terriblemente confuso, en todos los partidos políticos e incluso para los ciudadanos.
Si comenzamos con el partido en el poder. Se escucha a muchos priístas descontentos hablar de que la gubernatura se pierde, y las quejas van por el mismo tono de las de los partidos de oposición. Esto implica que dentro del PRI la famosa unidad que los ha caracterizado, parece que está fracturada y sin visos de que mejore, pues quien llegará a la dirigencia estatal es persona de confianza del gobernador, pero no es un político en quien confíen todas las tendencias rojas en el estado.
Pepe Yunes se vislumbra como una posible opción ante la falta de amarres y tacto político que comienza a sufrir el hasta hoy destapado precandidato Héctor. Entre los círculos priístas se escucha que sería una mejor opción, sin embargo, todo parece indicar que Pepe ya se dio por perdido, aún antes de competir, pues no se observa ni movimiento, ni actividad política, ni búsqueda de la mini candidatura, y en estos tiempos la apatía o el exceso de disciplina se perciben como madera de perdedor en lugar de considerarse cualidades. Mientras tanto hay otros tiradores, como Erick Lagos que tuvo al mejor maestro y espera agazapado a que se presente la oportunidad, e incluso como Flavino, quien en estos días tendrá una comida de esas que sirven para decir ¨Aquí estoy yo¨. Y de allí se desgrana una gran cantidad de posibilidades (según ellos), comenzando por el propio cisne, quien considera que su amistad es el mérito que lo puede llevar a la candidatura, y muchos otros que no vale la pena mencionar, salvo a Tomás Ruiz que calladito está resolviendo los entuertos en que se haya metido el gobierno del estado por las promesas incumplidas de los que antes que él ocuparon la silla de la SIOP, y por último Alejandro Montano, quien teje más en el altiplano que en la costa, la posibilidad de ser el sucesor de Duarte.
En el azul, todo pinta para que sea Miguel Ángel el candidato, o quizá por estrategia uno de sus hijos, aunque la imagen más fuerte es la del papá, por encima de la de sus hijos. También está Juan Bueno cazando la posibilidad y trabajando con mucha paciencia, tejiendo alianzas. Además de ellos dos, cualquier otro candidato azul sería un candidato del PAN-Rojo, lo cual no les garantiza más allá de ser una competencia digna. Sin embargo la debilidad territorial azul que queda demostrada con los resultados de la elección para diputados federales, dónde por razones misteriosas perdieron distritos que tenían ganados, deja muchas dudas en el electorado.
El PRD nacional ya decidió hacer alianzas, incluso con el diablo, si es necesario, para conservar posiciones. Pero todavía tienen muchas asperezas con Morena, así que esa posibilidad tiene que trabajarse, mientras tanto están dispuestos a ir con el PAN o con el PRI, según convenga.
Movimiento Ciudadano tiene en la figura de Dante a su mejor opción, quien podría abanderar también a Morena, siempre y cuando limen asperezas Dante y AMLO. Sobre todo porque Morena no tiene un candidato de la talla de Dante para entrar a la competencia en el estado.
El verde irá con el PRI y Nueva Alianza también, al igual que AVE. Y si Miguel Ángel se pone vivo y se une al resto de los partidos de oposición podríamos ver una elección muy reñida, pues el PAN iría con Morena, y quizá movimiento ciudadano y PRD. Con uno o varios candidatos independientes.
Buganza será candidato independiente cuando reúna los requisitos y se dice independiente porque así lo define la ley, sin considerar sus filias y fobias, tan solo por no ir abanderado por un partido político. Pero también le pueden poner uno o varios más, para contrarrestar su efecto. De entrada Renato Tronco ha insistido en que le gustaría irse por la libra para buscar la minigubernatura. Así, aunque de entrada Buganza pudiera ser el plan ¨B¨ del gobernador, la oposición también tendría armas para reducir su efecto. El problema es que no puede haber muchos candidatos independientes pues reunir los requisitos es trabajo de titantes, así que el pronóstico es que habrá dos o cuando mucho tres candidatos independientes registrados. Buganza también le apuesta a que al haber comenzado antes, pueda llevar cierta preferencia que se atractiva para algún partido político y unan fuerzas generando bienestar, su agrupación política estatal y el partido interesado en sumarse a su proyecto.
Curioso que los que pueden alcanzarla como Pepe Yunes no se mueven mucho (o nada) , y los que aspiran y no tienen posibilidad de ganar ni la interna ni la externa, son los que más activos andan. Mientras los ya supuestamente ungidos, dejaron de aparecer ante la población, pues parece que sus destapes les acarrearon más golpes que beneficios y me refiero al independiente y al rojo. El azul, todo mundo sabe quién es, pero va a esperar a saborear las mieles de la coordinación de los diputados federales, el trato incluso con el presidente de la República para hacer una última valoración sobre su destino en el corto plazo.
La clase política está inquieta, ante la incertidumbre del futuro a corto plazo. Mientras a los ciudadanos les vale una pura y dos con sal, ante el hecho de que Veracruz sigue rezagado respecto a los estados del norte del país. La costumbre es que llegue quien llegue no hay mucha mejoría, así que se le presta atención a cuestiones más importantes, como el próximo partido de fut bol o el capítulo diario de la telenovela… Increíble, pero eso despierta más pasión que el hecho de comentar el futuro gobernante y con ello el futuro del Estado.
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