En la Serie Mundial de 1988, el jugador de los Dodgers de los Angeles, Kirk Gibson, no podía jugar, porque tenía ambas piernas desechas, apenas podía caminar menos correr. En el cierre de la novena entrada, con dos outs, y hombre en primera base, el local Dodgers perdía 4 carreras contra 3 contra los Atléticos de Oakland y su pitcher estrella Dennis Eckersley en el montículo. El batboy le dice al manager Lasorda: «comenta Gibsn que puede batear». Y entra de emergente, y con la cuenta de 3 y 2, con las pocas fuerzas que tenía en las piernas logró balancear el cuerpo y con el solo movimiento de los brazos consiguió un inolvidable jonrón que hizo ganar el juego a los Dodgers, angte la algarabía general. «Cada vez que visito este estadio y veo hacia el jardín derecho, no puedo evitar los recuerdos de esa noche», dice Gibson, quien este 2015 se ve afectado por el mal de Parkinson, y está por enfrentar un nuevo reto en su vida. El video del jonrón lo subió «El Pollo» Pérez Fraga al Facebook.