A partir del 2014, Estados Unidos se convirtió en el más importante productor de crudo a nivel mundial, con 11 millones 644 barriles diarios, superando a Arabia Saudita, que por años había mantenido esa posición, que produce 11 millones 505,000 barriles diarios. En tercer sitio está Rusia, con 10 millones 838,000 barriles diarios, de acuerdo con el anuario estadístico 2015 de la British Petroleum (BP).

Estados Unidos puede dar este salto a partir de la técnica de la fracturación hidráulica (fracking). En el 2014, la producción estadounidense aumentó en 1.6 millones de barriles diarios. Alcanza estos niveles al elevar la eficiencia productiva de sus pozos. En los últimos años el número de éstos se ha reducido. Los estadounidenses son capaces de satisfacer 90% de su demanda interna, que complementan con sólo 10% de importaciones.

En esta ocasión los países de la OPEP, ante la caída de los precios del petróleo, no han disminuido su producción, sino que incluso la han aumentado. Esto ha contribuido a que los precios se abaraten. La estrategia pretende quebrar a las pequeñas compañías estadounidenses que trabajan a través del fracking. Algunas se han retirado, pero otras, para permanecer en el mercado, se han visto obligadas a elevar sus niveles de efectividad.

Todo indica que Arabia Saudita va a seguir dando la batalla contra las nuevas empresas estadounidenses. En abril pasado aumentó su producción en 13,700 barriles diarios. Algunos especialistas sostienen que el resultado de esta estrategia se verá en el 2016, pero otros afirman que el modelo de producción petrolera en Estados Unidos, parecido al de las manufacturas, le permite resistir y hacer ajustes de acuerdo con la manera en que evoluciona el mercado.

Según la BP, los otros siete grandes productores mundiales son: Canadá, con 4 millones 292 barriles diarios; China, con 4 millones 246; Emiratos Árabes Unidos (EAU), con 3 millones 712,000; Irán, con 3 millones 614,000; Irak, con 3 millones 285,000; Kuwait, con 3 millones 123,000, y México, con 2 millones 784,000.

En el 2015, la demanda mundial se calcula en 94 millones de barriles diarios, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), y especialistas consideran que el mercado está saturado y que ahora la producción anual es de más de 2 millones de barriles diarios de lo que se necesita. Según la AIE, en los próximos años la necesidad del consumo va a aumentar precisamente en 2 millones.

Sobre la incorporación de Irán al mercado mundial, una vez levantadas todas las sanciones, un grupo de expertos asegura que al aumentar su producción en unos 500,000 barriles diarios eso va a contribuir a que caigan todavía más los precios del petróleo, pero otros estiman que el efecto será menor, porque toda la nueva producción se va a canalizar sólo al mercado de China. En este horizonte tienen lugar las licitaciones de los campos petroleros de México.