Miércoles 21 de octubre de 2015, a las 12.25 pm del día recibo un mensaje de un amigo que está de visita en la cámara de diputados. Me dice ¨En estos momentos están discutiendo La Ley de Contabilidad Gubernamental¨.

Entiendo de inmediato el mensaje. En estos momentos están decidiendo cómo será la presentación de información y quizá hasta la rendición de cuentas por parte de los gobiernos municipales, estatales y federales. Mientras más transparente se establezca la obligación, más transparencia habrá en el manejo de las finanzas públicas.

De inmediato supongo –ingenuamente-, que ante la urgencia de legitimidad por parte del gobierno de Peña Nieto, los que primero van a insistir en reglas claras serán los de la bancada priísta y verde. Después reflexiono y pienso que será el PAN, que ahora está insistiendo mucho en su propaganda en la lucha contra la corrupción. Le concedo la posibilidad al PRD de ser el partido que con más fuerza insista, pues al ser de izquierda, es de los que primero se preocupa por las causas sociales.

Me emociono al pensar que esta es una ley trascendental para la vida económica y política de México. La posibilidad de tener cuentas claras en todos los niveles de gobierno permite pensar que aunque las cosas estén mal, siempre habrá un mejor mañana.

Incluso me imagino los titulares del jueves: ¨Otra reforma estructural trascendental para México fue aprobada ayer miércoles en la cámara de diputados¨. Todas las fracciones parlamentarias a favor de la rendición de cuentas, y a la obligación de llevar contabilidad con absoluta claridad en todas y cada una de las dependencias de los tres poderes de gobierno y en los tres órdenes de gobierno… Es decir, por fin metemos en cintura al ejecutivo, al legislativo y al judicial, tanto federal, estatal o municipal (según el caso).

Ley que pasa de noche para la mayoría de los mexicanos…. Hey!!!! Si pasa de noche, si no la han presumido y cacareado es que algo chueco anda por allí. Entonces me comienzo a preocupar de que sea otra farsa más.

De repente me llega otro mensaje de mi amigo que en vivo esta viviendo lo que sucede en la cámara baja: ¨El diputado de morena, quiso meter en reserva algunos artículos donde habla de la opacidad uno de los consejos estatales de control de la contabilidad, de la armonización, y dos otra en la cual todas las entidades federativas y municipios estarían obligados a transparentar su deuda interna, tanto la de corto como la de largo plazo. Tons la verdad era una buena propuesta de reserva, y la están bateando. La está bateando el PRI, el PAN, todos los demás partidos… no están de acuerdo con Morena en ser transparentes en cuanto a la deuda…¨

Yo le contesto, que la batean (la propuesta), porque no les conviene, imagínate lo que sería tener que transparentar a quien le debes, con quien contraes obligaciones, sería terrible para estados y municipios… Sería más difícil tener recomendados en la nómina o como asesores… Sería casi imposible disponer de los recursos para usarlos a discreción del gobernante en turno. Habría reglas claras que obligarían a todo mundo a dejar claro el manejo de los recursos, y sólo les dejarían la posibilidad para apoyar a quien quieran mediante los pagos de contado, los cuales son muy difíciles de lograr debido a todos los requisitos que tiene que tener un pago cuando lo realiza el sector público.

Y mi amigo me contesta: ¨Así es, y luego los partidos políticos utilizan el discurso de transparencia con el fin de ganar adeptos. Cuando antes, esos mismos partidos políticos aprobaron leyes que van en contra de la propia transparencia¨.

Así de fácil, queda resumida la historia de México. Una historia en la cual todos simulan ser lo que no son. Y cuando se trata de legislar lo que ofrecen públicamente, todos se niegan a hacerlo, pues va en contra de sus propios intereses y de sus bolsillos.

En los próximos días veremos la hipocresía elevada a su máxima potencia. Algunos pregonando el triunfo de la ley. Otros adjudicándose la autoría de los grandes beneficios que le generan a México con su trabajo. Otros más en la propaganda de partido hablando de nuevo de transparencia, rendición de cuentas, cero tolerancia a la corrupción.

Cuando escuchemos esos comentarios o esa propaganda, lo menos que podremos pensar es: ¨Hipócritas¨.

Por cierto, el diputado federal de Morena que tuvo todo el congreso en contra se llama Juan Romero Tenorio.

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