«Detrás del mensaje de «preocupación social» de las televisoras por diferir el apagón analógico se encuentra el hecho de que en los cálculos en la industria estiman que tan sólo Televisa tendría que invertir aún 500 millones de pesos para terminar de adaptar sus sistema a la Televisión Digital abierta. Pero la mayor preocupación de las dos televisoras es que con el apagón el Instituto Brasileño de Opinión Pública (Ibope), que está midiendo niveles de audiencia televisa que ya cuentan con señal digital, registre unas disminución en sus números de audiencia, lo que impactaría la contratación de publicidad de anunciantes y las trifas que cobran por sus tiempos comerciales». Lo comenta Salvador García Soto en «El Universal» de Ealy Ortiz… Ayer, el priista Emilio Gamboa ya salió a defender el diferimiento.