CONFORME pasa el tiempo, el asunto de la sucesión adquiere, para la gran mayoría veracruzanos, dimensiones políticas nunca conocidas en el ámbito estatal y nacional.
Nunca, un Gobernador, a un año de concluir su administración, había acumulado tanto poder, como es el caso de Javier Duarte de Ochoa. Este poder se refleja, para muchos, en el hecho que desde la federación le estén confiando la responsabilidad de decidir sobre el futuro de Veracruz, cuando menos en lo que se refiere a los siguientes dos años.
Dice el propio Ejecutivo Estatal, que el Presidente ya le dio luz verde para decidir sobre la candidatura priista a la gubernatura del Estado. Esto nunca se había visto en el escenario político de la entidad, y quizá en ningún otro Estado de la Republica, salvo en el tiempo que gobernó el PAN y que, en consecuencia, cada Gobernador priista, se despachó con la cuchara grande.
Sin embargo, hoy son otros los tiempos. Hay un Presidente de la República, al que le corresponde tomar las riendas en materia política, dentro de su propio partido, en este caso, el Revolucionario Institucional.
Pero no, el mismo Ejecutivo Estatal, afirma que el mandatario nacional, ha delegado en él estas funciones, por cuanto corresponde al Estado de Veracruz.
Si esto sucede, quiere decir, que el gobernador de Veracruz, se encuentra bien posicionado en el altiplano, a grado de que esta decisión, una de las más delicadas del momento político que se vive en la entidad y en el país, se le responsabilice por los resultados que se han obtenido, electoralmente, en las pasadas elecciones locales y federales más recientes, aunque no así durante la elección presidencial, donde se dice que el actual Presidente de la República, perdió por pocos votos en la entidad veracruzana.
De cualquier manera, en México, se tienen apuntados los datos de los triunfos electorales que se han tenido en Veracruz, por lo que ahora, todo parece indicar que respecto a la sucesión, ya se tienen nuevos rumbos. Esto, sin duda, descarrila todos los esfuerzos políticos de muchos aspirantes, entre ellos, los de los propios Senadores de la República, que para nadie es desconocido que son los únicos que encabezan las encuestas en este momento.
Aunque el último año de gobierno, significa para los gobernantes, una cierta declinación del poder político, en el caso de Javier Duarte de Ochoa, parece ser lo contrario.
Por eso, la lucha sigue vigente. Los grupos políticos se mueven por todas partes en este proceso interno del tricolor, donde reside la mayor atención política por saber quién de todos los que han salido al escenario, es el que logre la candidatura para buscar la gubernatura del Estado.
Y es que saben, de alguna manera, que la decisión del PRI, tiene que ser bien pensada, pues de lo contrario, una mala determinación terminará con el triunfo electoral del partido, el que ha logrado en más de ochenta años, mantener la primera posición política.
Veracruz, es uno de los principales referentes de la política nacional. Lo que suceda aquí, durante las elecciones del mes de junio, repercutirá nacionalmente y esto, en un futuro cercano, de ser negativo, se volverá peligroso para la propia Presidencia de la República, que otra vez, sin duda alguna, podría cambiar de manos, pero ahora, con la desventaja de que ya no serían doce años de gobierno alternativo, sino mucho más tiempo, quizá parecido al que ahora tiene, en su historia política, el mismo Partido Revolucionario Institucional.
—————————
DE APROBARSE la desaparición del fuero constitucional en Veracruz, tal y como lo plantea el mismo Ejecutivo Estatal, muchos de sus ex colaboradores y de los actuales funcionarios del Gobierno estatal, les vendrá una seria preocupación, porque hay muchos que, evidentemente, no han sido leales al Gobernador, y menos a las instrucciones que ha dictado para bajar los altos índices de corrupción.
Un poquito se estarán salvando aquellos que cometieron tropelías de toda clase y que ahora son Diputados Federales, pero los que están aquí, vale más que en el tiempo que falta para que concluya este gobierno, comiencen por poner sus cosas en orden y maquillar, lo más que se pueda, aquellos supuestos errores administrativos.
El próximo Gobernador del Estado, tendrá que echar mano de sus propias estrategias para poner, a más de dos, tras los barrotes de la cárcel, pues solamente de esta manera, logrará que el pueblo veracruzano, vuelva a tener confianza en sus gobernantes.
Eso lo saben perfectamente bien los Senadores de la República, Pepe y Héctor Yunes Landa, quienes tienen el acuerdo de actuar conforme a sus propias convicciones políticas y llevar a juicio, como lo han determinado públicamente, a quienes resulten responsables de la actual situación de quiebra financiera del Estado.
De esta manera, Veracruz, se actualiza y pone freno a la impunidad, tanto de cualquier funcionario de alto rango, como al mismo ejecutivo del Estado.
———————————–
DESPUES DE la cumbre de San Julián, así como los acontecimientos del reciente informe legislativo de Pepe Yunes, todo parece indicar que la solución podría estar de su lado.
Son tiempos de justicia en todos los sentidos y la candidatura del PRI, a la gubernatura del Estado, bien le haría cumplir al propio sistema político nacional y estatal, con una añeja deuda.
Sin embargo, como ya hemos apuntado, nuevos rumbos se advierten en la política estatal, tantos son, que en estos momentos, ya comienza a moverse la lista de aspirantes con más nombres que se apuntan.
Hasta hace unos días, la terna estaba integrándose por tres fuerzas políticas. Una, la de Pepe Yunes, dos, la de Héctor Yunes y tres, la que se ejerce desde Palacio de Gobierno, para incluir al mimo Cisne Alberto Silva Ramos. Posteriormente, también habría de añadirse el nombre de Flavino Ríos Alvarado, tanto que se dijo que la terna ya no era de tres, sino de cuatro.
Pero ahora, hasta la oposición se ha entusiasmado. Todos quieren la de dos creando un escenario político, sin duda alguna, inédito en Veracruz.
——————————
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
NUESTRO CORREO: ac_stein58@nullyahoo.com.mx