«Para muchos miles y miles de seres humanos, la Misericordia es la única vía para reestablecer la Paz mundial y la Paz en México. El llamado que hace el Papa Francisco ahora, es que las Catedrales de todo el mundo se abran para que todos sus sacerdotes, previamente preparados para este ejercicio extraordinario de Fe y Espiritualidad, se presenten a hacer sus tareas con Amor y Benevolencia y recibir a los verdaderos arrepentidos de sus pecados, quienes serán escuchados y recibirán indulgencias». Lo escribe Luz María Rivera en «El Mercurio de Veracruz».