Tenía rato que no nos dábamos una vuelta por esa zona del poniente de la ciudad de México, ex zona de tiraderos de basura y que hoy está convertida en una «ciudad dentro de otra ciudad». Aquí hasta hace poco se localizaban las oficinas matriz de algunos grandes corporativos como Bimbo, Televisa, Coca Cola-Femsa, IBM, Banamex y algunas más que se contaban con los dedos de las manos, más la plaza comercial Santa Fe y la Universidad Iberoamericana, que también es una instalación educativa impresionante, pues hoy toda esa zona materialmente se ha convertido en un gigantesco «sembradío» de edificios de oficinas, torres que en promedio tienen 20, 25, 30 y hasta más pisos, ultramodernas y muy espectaculares arquitectónicamente hablando, «sembradío» partido por la prolongación de avenida del Paseo de la Reforma que conecta con la autopista que va a Toluca, con distribuidores viales igualmente impresionantes y, en fin, para qué les platicamos más, es otro México dentro del D.F., la verdad es una zona que no conocíamos, ¡apantallante!, con automóviles que vienen y van en ambos sentidos, raudos y veloces, con dirección hacia la capital mexiquense y viceversa, que también se ha transformado en una gran urbe, en donde es evidente el intercambio vehicular que hay entre la ciudad de México y el aeropuerto toluqeño, convertido ya en una terminal aérea alternativa de la gran capital, en donde lo común es ver circulando puros carros «jodidos», ya sabe, desde los de tres letras (BMW), los de cuatro (de los tres circulitos), los espectaculares «meche», uno que otro maquinón Ferrari y ya, pobre, ¡pero muy pobremente!, Mustangs, Corvettes, Fusión, más muchos, pero muchos transportes de pasajeros aeroportuarios. Ya por las noches, pero sobre todo el viernes, la autopista en este tramo se convierte en un gigantesco estacionamiento de miles y miles de automóviles que van y vienen de la capital de todos los mexicanos hacia la capital choricera. ¡Impresionante!, es otro mundo. Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.
