Dignatarios y fieles musulmanes se unieron hombro con hombro para rendirle tributo a un hombre que utilizó su status de celebridad para buscar la paz entre las razas, las religiones y las culturas. Más de 14 mil personas obtuvieron entradas para el servicio del jueves en Lousville, la ciudad natal de Alí. Entre los asistentes había jóvenes y viejos, blancos y negros, musulmanes, cristianos y judíos. Jesse Jackson dijo: «Alí nos inspiró a todos, nos dio valor. y nos enseñó algunas cosas de cómo pelear, no sólo dentro del ring, sino también fuera de él». La nota es de APP y la publica «Reforma».