«Los jugadores argentinos sólo conocen la tragedia, no pueden tener un final feliz. Sea Messi, Higuaín, Palacio, Agüero, siempre termina consumado el calvario. Simplemente Argentina lo da todo y no puede conseguir el cielo, más bien la gloria para alegría de los argentinos y de sus millones de fans en el orbe. A seguir esperando con paciencia una Copa para Messi y su selección que no ganan desde 1993. Anoche se dio «La noche que Messi lloró», o más bien «No lloren por mi Argentina», para el famoso Messi, quien carga con todo el peso de la albiceleste como si se tratara de una penitencia para el mejor jugaor actual del mundo». Lo escribe Angel Figueroa para «Crónica del Poder».