La terca historia de siempre. Decía George Gordon Byron, mejor conocido mundialmente simplemente como Lord Byron, el extraordinario poeta del romanticismo inglés que se dio a conocer en el siglo XIX, que ‘el pasado es el gran poeta del futuro’, y eso es cierto, soy un convencido de ello, somos lo que fuimos y es más que probable que seamos lo que hoy somos. Desde siempre he sido un gran admirador de todo lo que representa Portugal para la historia del mundo. Con una superficie territorial apenas mayor que el estado de Oaxaca, los portugueses dominaron marítimamente el mundo durante los siglos XV y XVI, galeones al mando de navegantes como Enrique ‘el Navegante’, Vasco da Gama y Fernando de Magallanes descubrieron las principales rutas marítimas. Hoy en día, ese pequeño país, poco más 90 mil kilómetros cuadrados, se distingue por ser gran productor de uno de los mejores aceites de oliva del mundo, en donde se come el mejor bacalo fresco guisado, los mejores vinos tipo Oporto de la ribera del Duero, con una de las mejores escuelas caballistas para rejoneo que hay en el mundo taurino, y es la patria de una de las mejores voces de música popular barroca, la bellísima Teresa Salgueiro, pero por si esto fuera poco, es también la cuna de dos de los mejores jugadores de fútbol de la historia: ‘la pantera de Mozambique’, el gran Eusebio y el insufrible, difícil de tratar, pero indiscutiblemente un crack, Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro. Ni duda cabe que la grandeza futbolística de los brasileños les viene por su vena lusitana, pues el pasado domingo Portugal refrendó su categoría futbolística al convertirse en el décimo quinto campeón de Europa, es la primera vez que lo logra, con un juego no muy espectacular venció en tiempos extra a Francia. Su momento le llegó finalmente a Portugal para hacer honor a su grandeza histórica y cultura. Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal..