El sistema solidario como el que actualmente tiene el IPE de Veracruz y tuvo el IMSS a nivel nacional es un buen sistema de pensiones, siempre cuando exista una adecuada y honesta administración y se actualicen sus factores de acuerdo a condiciones cambiantes. Uno de sus problemas es que quienes fueron sus primeros titulares, al haber suficientes recursos acumulados durante los primeros 29 años en que no había que pagar pensiones, gran parte de ellos fueron destinados a proyectar mediáticamente la figura del funcionario en turno con vista a mejores responsabilidades, a otorgar al sindicato mayores beneficios de los correctos, o como sucedió en el IMSS a comprar equipos de futbol y teatros. Y luego vinieron los aspectos de que las personas vivían más años de lo que los estudios actuales habrían previsto, y a que presupuestalmente había menor creación de plazas, y a no buenas administraciones, y empezaron a «tronar» las instituciones.