«De todas las razones para preocuparse sobre la política exterior de un potencial gobierno de Donad Trump, aparte de su personalidad errática e impulsiva, una de las más inquietantes sería los conflictos de intereses que tendrá el candidato republicano por sus inversiones en 22 países (hoteles, campos de golf y otros), y sus deudas a bancos extranjeros». Lo comenta Andrés Hoppenheim en «Reforma».