TODO HACE suponer, en este momento, que la familia política del Estado de Veracruz, esta plenamente de acuerdo en lo que se refiere a la demanda de los ayuntamientos veracruzanos, que no han recibido los recursos etiquetados de la federación en calidad de participaciones federales.

Primero, fueron los perredistas, luego los panistas y ahora también, como ayer lo habíamos advertido, los que se suman esta inédita protesta que se lleva a cabo en Palacio de Gobierno.

El Gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, ha dado la razón a los alcaldes veracruzanos, los cuales quieren su dinero, manifestando que es procedente su protesta y que debe de cumplírseles para que puedan continuar con su trabajo material en sus respectivas circunscripciones territoriales.

Antes, el Senador de la República, Héctor Yunes Landa, había opinado lo mismo, por lo que todo parece ser que hay consenso para respaldar las acciones municipales, luego de que les fueron retenidos sus recursos económicos que les correspondían y que fueron desviados para aplicarlos a otras áreas para las cuales no estaban destinados.

Hay quienes afirman que estos mismos dineros fueron repartidos, en su momento, por la mayoría de los funcionarios duartistas que se llenaron los bolsillos al amparo de una actitud gubernamental de dejar hacer, dejar pasar.

Vaya, que el asunto político y administrativo se complica en la entidad veracruzana, más cuando de dinero se trata, pues en el principal obstáculo para que Veracruz, salga adelante, en virtud de que no hay dinero en las arcas del gobierno y por lo tanto, no hay manera de solucionar los diversos problemas que se siguen presentado todos los días.

Los once mil millones de pesos, no llegan y las demandas se profundizan en todos los sectores de la población, porque se esta acercando el fin de año y es necesario hacer frente a los compromisos laborales, pues lo mismo es en el gobierno estatal, que en el sector privado, donde están desesperados ante la falta de pago del Gobierno del Estado.

Si estas condiciones persisten para dentro de un mes, podría aparecerse el caos generalizado y una rebelión social que pondría al nuevo gobierno de Veracruz, prácticamente de rodillas, pues al no tener recursos para comenzar a operar se vería en la necesidad de declara la quiebra y poner en venta todos los activos que pudiera tener el Estado, todavía, pues a Duarte de Ochoa, no se le permitió hacer uso de estos bienes para cumplir con algunos de los compromisos contraídos, pues como se sabe, el Gobernador prófugo, ya había, incluso, solicitado su aprobación a la legislatura del Estado, pero que las presiones de último momento impidieron que se llevara a cabo este otro atraco al patrimonio de los veracruzanos.

Por lo pronto, todo mundo esta de acuerdo, incluyendo a los priistas que todavía se encuentran en el poder, que los ayuntamientos en protesta tienen toda la razón de exigir que les paguen sus recursos, aunque la protesta de ahora, se la hubieran hecho a Javier Duarte de Ochoa, en los últimos días que estuvo en Palacio de Gobierno, de donde lo hubieran sacado para que respondiera por estos atracos. Hoy, cuando el mundo se ha venido encima para el Gobernador con licencia, aparecen las protestas en su ausencia.

Pero en fin, lo principal de este caso, es que estamos viviendo una de las etapas más difíciles para la administración estatal, algo nunca visto, ni siquiera en los tiempos de Fidel Herrera Beltrán.

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HASTA AYER POR LA tarde, ni los diputados locales, ni tampoco los empleados del Poder Legislativo, habían cobrado la última quincena del mes de octubre.

Los diputados se quejaron de esta situación, aún cuando se sabe que son personajes que han hecho de la política, una verdadera fuente de ingresos para fortalecer su patrimonio, por lo que opiniones vertidas por la propia ciudadanía, aseguraban que era bueno que no les pagaran, pero que eso serviría de pretexto para no pagar también a los trabajadores, que esos sí necesitan el recurso para vivir en estos días.

La situación se tornaba delicada, porque los trabajadores, más que los diputados, comenzaban a organizarse para exigir el pago de sus suelos y prestaciones que les corresponden.

Los diputados, tienen poco tiempo para hacer vales sus acciones, pues están a punto de abandonar el recinto legislativo, luego de fenecer el periodo para el cual fueron elegidos.

Pero en el caso de los trabajadores, la falta del depósito de su quincena, les estaba generando una serie de problemas en sus propios hogares.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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