UPAV, resistencia al orden; envían carta abierta cargada de errores ortográficos

Un grupo de alumnos y asesores solidarios de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz se manifestó la tarde de este sábado en la Plaza Lerdo de Xalapa. Con mantas que llevan el escudo de la UPAV y leyendas tales como: “¡Alto a la ambición de cobrar!, “Respeto al modelo educativo de la UPAV”, “¡Alto a la baja de los alumnos!” los manifestantes estuvieron reclamando la intervención del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Es seguro que muchos de los que se manifestaron ignoren que previamente los que convocaron a esa manifestación enviaron una carta a los medios de comunicación, carta dirigida a Enrique Peña Nieto, al gobernador Yunes Linares, a la comunidad universitaria UPAV y a la sociedad en general.

La carta misma es un insulto a la redacción y ortografía. Avergüenza suponer que directores, coordinadores o alumnos de la UPAV hubieran redactado ese texto en letra mayúscula llena de errores ortográficos y con una pobre sintaxis. Los redactores de los medios a quienes llegó el documento no me negarán razón. Sin embargo, el contenido rebasa los límites de lo absurdo. El susodicho Consejo Universitario Permanente Extraordinario en Defensa del Modelo Educativo de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, del que por cierto nadie firma como responsable, por lo que tiene carácter de anónimo, hace una serie de denuncias apenas entendibles que son como para botarse de la risa.

Señala este Consejo que la rectoría de “forma alevosa ordenó a las figuras solidarias que entregaran los expedientes de los alumnos con el falso argumento de que la federación los iba a fiscalizar, argumentando que la Secretaría de Educación Pública demandaba tales expedientes para constatar la existencia de los alumnos”. La pregunta que surge es: ¿dónde está la alevosía? La instancia rectora de la UPAV pide documentos reglamentarios que debe conocer, que debe tener en sus manos. ¿Dónde está el abuso?

En otro de los puntos este Consejo anónimo acusa como “incalificable amenaza” el hecho de dar de baja a los alumnos que, como dicta el reglamento escolar, no puedan cumplir con sus documentos originales para demostrar su matrícula. ¿Pues qué esperaban? ¿Se siente amenazada una persona cuando en algún trámite le solicitan los documentos originales para constatarlos con las copias? Ah, pero este Consejo anónimo califica este requisito, como una “amenaza incalificable”.

Otro de los puntos que se señalan que también se amenaza con dar de baja a los alumnos que no puedan cubrir adeudos anteriores a cuatrimestre en curso. Nuevamente, ¿dónde está la amenaza de solicitar que se cubran los adeudos, sí, adeudos. Solicitar esto a los alumnos es enseñarlos a hacerlos responsables, no es parte de una campaña de terrorismo; terrorismo es lo que algunos directores están llevando a cabo contra los alumnos al manipularlos con este tipo de discurso falaz.

¿Cuál es el verdadero punto aquí? ¿Por qué sacar a los alumnos al frío a manifestarse? El punto es la resistencia al orden, la resistencia a rendir cuentas claras, la resistencia a una reingeniería que terminaría beneficiando a los alumnos al brindarles educación de mejor calidad.

En las pocas semanas que lleva la nueva administración de la UPAV ha encontrado un número importante de anomalías y atropellos que los directores llevan a cabo en contra de los alumnos a quienes además de cobrarles una inscripción y el pago trimestral o cuatrimestral por sus estudios, también piden cuotas injustas por mantenimiento; en algunos casos los directores abusivos piden 200 pesos mensuales por alumno. Si un plantel tiene 150 alumnos y se piden 200 de mantenimiento, estamos hablando de 30 mil pesos mensuales que se reparten, pero finalmente el mayor monto queda en el director. Pero hay planteles con cerca de 500 alumnos y por supuesto esas cuotas no son auditadas.

Se requiere orden en la UPAV, ya surgió el caso de los 100 mil certificados que de manera irregular se vendieron a 100 mil alumnos en otro estado. 100 mil certificados que tenían un costo variable que iba de los 3 mil hasta los 5 mil pesos, lo que podría significar una ganancia de alrededor de 400 millones de pesos. ¿Dónde quedó ese dinero? ¿Quiénes se lo robaron? ¿Cuántos ranchos se compraron con esas ganancias? ¿Cuántos viajes a Nueva York se costearon? Las investigaciones sobre ese desfalco siguen su curso y por supuesto los implicados, entre los que se encuentra el hijo de una magistrada y un exfuncionario del área de Bachillerato de la UPAV, serán llamados a cuentas.

Son muchos los interesados en que las investigaciones no avancen, son muchos los interesados en detener el orden, porque en el desorden es más viable robar. Es por ello que algunos se resisten, es por ello que son capaces hasta de manipular a los mismos alumnos. Pero si lo piensan hacer, al menos tomen un curso de redacción antes. ¡Qué pena que sus alumnos vean con que pobreza literaria se expresan hasta para hacer un reclamo!

 

Armando Ortiz                                               aortiz52@nullhotmail.com