LOS ACONTECIMIENTOS del fin de semana pasado fueron, sin duda alguna, inéditos para Veracruz, tal y como han sido inéditos otros hechos que han antecedido a los saqueos de negocios, se dice, azuzados a través de las redes sociales, aprovechando la inconformidad por los famosos gasolinazos.

Algo nunca visto en la entidad, donde el mismo Gobernador, también algo inédito para los veracruzanos, salió a enfrentar, personalmente, a las personas que se dedicaron a robar, prácticamente, en las tiendas de la ciudad de Veracruz, y algunas otras establecidas en otras partes de la entidad.

Los hechos, sin duda, ya fueron ampliamente relatados por los medios de comunicación, verdaderamente comprometidos con la difusión de los hechos, basados, más que nada, en la verdad de lo sucedido.

Es cierto, fueron las redes sociales, las que en estos hechos, fueron usadas irresponsablemente y con el ánimo de crear desconcierto, provocación, caos, miedo e inseguridad en todo el pueblo, a tal grado que por varias horas, disminuyó el tráfico de las ciudades más importantes, por el temor a salir a las calles ante todo lo que se estuvo generando en materia de desinformación. Las poderosas redes sociales, dieron muestra, una vez más, de lo que pueden alcanzar en unos cuantos minutos.

Los incrementos a las gasolinas fueron impactantes y por ese solo motivo, se comenzaron a sentir inconformidades en todo el territorio nacional. Las autoridades, en muchos de los casos, se mantuvieron al margen para no crear mayores consecuencias de las protestas, las que conforme pasaba el tiempo, se fueron extendiendo a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Algo que nadie esperaba, ni siquiera el mismo gobierno federal.

Así es como se comenzó a vivir una difícil situación que marcaba, en principio, la movilización de todos los mexicanos, para detener los incrementos que se habían anunciado y puestos en vigencia a partir del primero de enero de este año.

Sin embargo, las protestas amenazaban con crecer y crear una desorden en todo el país, lo que de alguna manera, gestaba, a la vez, un movimiento social de grandes dimensiones, tantas veces anunciados, pero que nunca habían llegado a concretarse. Este fue el temor inmediato del gobierno, tanto nacional como estatal, pues los síntomas que se presentaban eran, de alguna manera, preocupantes, por lo que se tuvieron que utilizar estrategias que hicieran disminuir la fuerza de los acontecimientos.

Y no era para menos, pues en este momento, ni el gobierno, ni la propia sociedad estaba preparada para entender un movimiento social, generado por los aumentos, la inseguridad, la pobreza, la falta de empleo y desde luego, las constantes manifestaciones de corrupción en el gobierno.

Los mensajes del Presidente, no surtieron los efectos que se esperaban y al contrario, encendieron la mecha para que se comenzaran a generar mayores inconformidades entre el pueblo.

El Presidente, dijo no a la petición de echar marcha atrás en las decisiones tomadas con los combustibles, y en cambio, se trató de convencer a los mexicanos, con palabras acartonadas y un discurso de siempre, sin sustento y sin carácter necesario para hacer creer que el alza era necesaria.

Había, pues, que hacer desviar la atención sobre este asunto.

Las redes sociales comenzaron a operar. Se llamó a la generación del disturbio y luego a buscar la calma, incluso, con dinero a los más pobres o necesitados.

Las organizaciones sociales y de transportistas fueron llamadas a desistir de sus protestas. El asunto, en unas cuantas horas, se calmó.

Quienes, desde las redes sociales, iniciaron el caos, cumplieron con su cometido. Los pobres que cayeron en esta estrategia, fueron detenidos y supuestamente consignados ante una autoridad. Ellos, como siempre, pagaran el pato, como se dice popularmente.

Ayer domingo, se anunciaban marchas de estudiantes en la ciudad de México, pero ya disminuida la fuerza de protesta. El campo de batalla había sido limpiado. Pocas señales de inconformidad. Los detenidos, tanto en Veracruz, como en otros Estados, dormían en una celda, seguramente amontonados, porque fueron varios cientos de ellos.

Los aumentos, hasta ayer, seguían aplicándose conforme lo establecido. Ese es nuestro México. Así es.

—————————–

DESDE LUEGO, que ahora viene lo más grave. Ya el economista Ricardo Olivares Pineda, lo pinta negro.

Dice que la inflación será de más del cinco por ciento, lo que afectará, indudablemente, a los que menos tienen.

Lo que no dijo Olivares Pineda, es que esos que menos tienen son la mayoría del país, por lo que el asunto se vuelve más crítico, más grave, más desolador para un México, que supuestamente, como en Veracruz, lo tiene todo.

Y es que, si nos referimos al petróleo, causante de toda esta crisis que se vive, es cierto, en México, el Estado de Veracruz, juega un papel importante en esta materia, pues es uno de los más productivos del crudo.

Por eso hay que esperar, ya no la cuesta de enero, que parece quedarse atrás, sino la cuesta que se vivirá para remontar todas estas condiciones, las cuales, llegaran, de acuerdo nuevamente, con los economistas, hasta el fin de año o más, pues hay quienes afirman que el problema que hoy se ha gestado podría durar varios años.

Y aunque no todos tienen carro, si todos tienen necesidad de los productos que se transportan, por lo que el asunto del gasolinazo, afecta a todos por igual, tenga o no tenga carro.

——————————-

LA INSEGURIDAD, SIGUE adelante. No para. Hay temor en todas partes y la intranquilidad de los veracruzanos, sigue siendo un serio obstáculo para poder desarrollarse en cualquiera de las actividades que se tienen.

Es por eso que hay pendientes. Fuertes pendientes que tiene, necesariamente, el Gobierno federal o del Estado, así como la misma sociedad, pues mientras se siga con la misma inseguridad de siempre, habrá menos posibilidades de crecer, sobre todo, para quienes tienen las empresas que deben generar empleos y utilidades.

No hay garantía de seguridad, muy a pesar de los esfuerzos que se realizan. El asunto rebasa permanentemente la lucha en contra de este fenómeno social.

Es asunto serio. Es de análisis conjunto entre gobierno y sociedad, ya que la responsabilidad debe ser tomada por todos, pero siempre encabezándola la propia autoridad gubernamental.

A los buenos medios de comunicación, debe cobijárseles, darles su lugar, porque son factores de unidad también y de plena colaboración para los proyectos gubernamentales, entre ellos, la seguridad.

Se tiene que aprovechar lo mejor de Veracruz. No hay la menor duda.

———————————-

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

NUESTRO CORREO: ac_stein58@nulllive.com.mx