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Creo en las personas que se atreven a enfrentar los retos, en quienes gritan ante la injusticia, en aquellos que no conocen barreras, los que luchan con convicción, quienes no tienen miedo de ser diferentes, creo en todos aquellos que ocupan el poder para ayudar a quienes lo necesitan, en los que defienden la educación y trabajan cada día para que el entorno sea mejor. Creo en todos ellos porque son la esperanza después del hartazgo y en otros casos la ilusión después del sufrimiento y la injusticia.
Mientras escribo mi columna hay quienes se debaten por ir o no a una marcha, algunos van para exigir al gobierno una postura, otros por apoyarla y entre ambos puntos hay quienes prefieren quedarse, para así no tener que elegir un rumbo. Yo aplaudo la asistencia de quienes van por exigir al gobierno transparencia, los que piden que se respeten los derechos humanos y sobre todo que dejemos de ser el tapete del país del norte, pero también aplaudo a quienes van a marchar por la unidad porque un país dividido no lleva el mejor rumbo y sin duda nada me da más gusto que ver a todos los que siempre se quejan de otro tipo de marchas cambiar de parecer y ahora sí pedir ser escuchados. Quizás estando del otro lado generen un poquito de empatía con las madres que llevan años clamando por saber el paradero de sus hijos o con los maestros que no son tomados en cuenta para las reformas que se les imponen o los médicos y enfermeras que añoran un buen sistema de salud.
En medio de una era en la que los migrantes se han vuelto el punto focal de ataques, dónde muchos prefieren no hablar del tema, y otros cuántos les dan la espalda, surgen los verdaderos líderes, aquellos que se preocupan por un bienestar colectivo y que le apuestan todo a la educación como principal base para mejorar como nación, por ello esta semana quiero celebrar la decisión del Dr. David Fernández Dávalos, rector de la Universidad Iberoamericana, por ofrecer becas completas a todos los estudiantes que sean deportados de Estados Unidos, además dicha propuesta será replicada en el resto de instituciones jesuitas del país con lo cual alrededor de 10 mil jóvenes podrán concretar estudios profesionales, con ello serán 10 mil posibilidades para innovar, crecer y por medio del conocimiento generar el cambio que tanto anhelamos.
Otro Académico de gran trayectoria es el Dr. Luis Ernesto Derbez Bautista, Rector de la Universidad de las Américas Puebla y quien en días recientes señaló que buscará la candidatura a la Presidencia en las próximas elecciones y trabajará desde su trinchera para generar propuestas en beneficio del país. El Dr. Derbez fue Secretario de Economía y de Relaciones Exteriores en la administración de Vicente Fox, por lo que sus propuestas serían muy bien recibidas en momentos en los que las negociaciones diplomáticas no están siendo las que desearíamos la mayoría de mexicanos y su conocimiento en materia de economía será más que necesario para impulsar el desarrollo y fortalecimiento del país.
Sea en la política, la educación, la investigación o cualquier rubro que puedan imaginar siempre se puede buscar algo distinto, crecer y sobre todo disfrutar sin dañar a otros, el mejor ejemplo para mi esta semana fue el video viral de Miss Holanda en medio del concurso de Miss Universo, porque mientras todas las concursantes esperaban el inicio del espectáculo erguidas y quietas, Zoey Ivory, representante de los Países Bajos no tuvo miedo de ser ella misma y bailar al ritmo de Beyoncé.
Por todo lo anterior esta semana elegí como título una de las líneas del poema “No te salves” de Mario Benedetti, porque en un país lleno de retos, en una era global de crisis humanitaria y distintos conflictos bélicos entre fronteras, no podemos quedarnos llenos de calma, ni pretender que todo es perfecto sólo porque nuestro rincón es tranquilo, mientras afuera hay millones de personas en crisis pero también hay quienes luchan por controlar el caos y necesitan del soporte de nuevas ideas, de propuestas que generen un balance al poder y de gente que no tenga miedo al qué dirán, a ser juzgados ni a muros por venir.