Las mujeres solemos culpar a los hombres de todos nuestros males y acostumbramos también a generalizar sus conductas.
Todos son infieles, machistas, a todos les gusta la fiesta y el trago, y todos se desentienden de los hijos. Nada más falso.
Lo que sí es cierto es que todavía hay una sociedad que aplaude y hasta promueve la violencia que ejercen los hombres, patrones que se siguen desde la infancia. Le decimos al niño que no se deje de los otros, que se «defienda» o lo madreamos, cuando son jóvenes, validamos que sean «novieros» o que no lleguen a casa a dormir, es «hombre», y cuando ya son adultos aprobamos que se impongan y demuestren su fortaleza en público.
Pero es ésta generación la que ejerce una paternidad responsable, pasan más tiempo con sus hijos y comparten derechos y obligaciones (juntas en la escuela, fiestas infantiles, la realización de las tareas, entre otros). Mi padre no me cambió los pañales ni preparó las mamilas, pero el padre de mis hijas sí lo hizo.
Muchos hombres más asumen con responsabilidad el papel que juegan en la sociedad, pero además tratan de construir relaciones igualitarias, como lo hacen los integrantes de HRVida.
Profesionistas, investigadores y padres de familia han conjuntado su esfuerzo y llevan ya 14 años como agentes de cambio para romper una cultura machista y falocéntrica.
Primero se constituyeron como un grupo denominado «Hombres renunciando a la violencia» para dar paso a «hombres responsabilizándose de su vida».
Actualmente tienen cuatro grupos activos de trabajo, uno de ellos con hombres que han sido mandatados por los juzgados, pues fueron sentenciados por ejercer violencia.
En la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer, quise escucharlos. Es una gran aportación al esfuerzo de las féminas para erradicar la violencia y trabajar en la construcción de una sociedad igualitaria.
En un conservatorio e intercambio de ideas -realizado en las instalaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos con la presencia de su titular Namiko Matzumoto-, expusieron los retos de los hombres para contribuir a garantizar los derechos de las mujeres, sin detrimento de los suyos.
La paternidad responsable es un tema que les ocupa a los hombres de HR Vida, porque saben que 8 de cada 10 asumen el rol de padre, aunque no tengan hijos; y que tienen defectos y alguna que otra virtud.
Les preocupa que en México el parto sea la primera causa de ingreso hospitalario en niñas de 10 a 14 años, y que el 63 por ciento de las mujeres de 15 años o más hayan sufrido algún tipo de violencia, en la mayoría de los casos la agresión viene de la pareja.
«De 2006 a 2014 más de mil 500 niñas de 10 años tuvieron un hijo», informó el doctor Benno George Keijzer Fokker, investigador de la Universidad Veracruzana e integrante de HR Vida.
También se pronunciaron por políticas públicas que promuevan la igualdad, pues están conscientes que las mujeres trabajan más, tienen menores salarios y padecen mobbing laboral (acoso y hostigamiento en este ámbito).
Es cultural, dijo uno de los ponentes, hay una violencia simbólica que no permite identificarla, que hablar mal de una mujer o mirarle el cuerpo de forma lasciva es permitido.


“Ella no es mi hija, pero la amo. Tú tal vez no la ames… pero sí es tu hija. Por favor, te lo suplico, ponla a salvo”, le dice el profesor Charles a un envejecido Logan. Es una película para adultos violenta que marca el fin de una historia.

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«A los amigos, justicia y gracia. A los enemigos, la Ley a secas”: Benito Juárez. ¿Les suena?

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