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Excélsior

La Cámara de Diputados se vio en la necesidad de detener el reloj legislativo hasta el próximo jueves 7 de septiembre, luego que no se lograran acuerdos para renovar la presidencia de la Mesa Directiva.

De acuerdo con el reglamento de la Cámara Baja, este martes a la media noche es fecha límite para que la actual presidenta Guadalupe Murguía, se mantuviera en el encargo, sin embargo, con 257 votos a favor, 209 en contra y dos abstenciones. Al PRI y sus aliados el PVEM, PANAL y PES les faltaron 55 votos para alcanzar los 322 necesarios para acreditar las dos terceras partes de los diputados presentes y lograr la mayoría calificada.

Al respecto, el vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, quien no ha podido asumir la presidencia en San Lázaro destacó que esperará hasta la sesión del próximo jueves para nuevamente presentar la propuesta al Pleno de la Cámara y someterla nuevamente a votación, sin embargo, advirtió que el condicionamiento del bloque PAN-PRD-MC rebasa las competencias de la Cámara de Diputados.

No estamos discutiendo sobre algo que tenga que realizar la Cámara de Diputados, son solicitudes que rebasan la Cámara de diputados y esto dificulta un poquito encontrar alternativas, pero es la obligación de los Grupos Parlamentarios buscar esas alternativas”, precisó.

Esto tras la insistencia del coordinador del PAN, Marko Cortés, en torno a que no avalarán la integración de la Mesa Directiva hasta que se elimine el artículo transitorio de la Ley Secundaria del Sistema Nacional Anticorrupción que avalaría la permanencia del procurador Raúl Cervantes como fiscal general por nueve años.