«Enrique Peña Nieto lanzó varios distractores, y llevó al finalmente ungido -Meade- a una situación de nervios extremos al no saber, cuando lo citó el Presidente el sábado 25 de noviembre en Los Pinos, con qué cargo iba salir de la casa presidencial. Personas que siguieron de cerca los últimos días del destape, recuerdan que Meade fue llevado al máximo del incertidumbre por el Presidente, y que incluso llegó pensar el día que lo iluminó la decisión de Peña Nieto, que el Banco d México podría ser su destino sexenal». Lo comenta Raymundo Riva Palacio en «El Financiero».