Hay un personaje al que no sé si catalogar como “youtuber”, “especialista”, “intelectual” o fantoche, que creo es el mejor término para definirlo, que de repente le dan foro algunos medios y comentaristas en sus programas, Carmen Aristegui, por ejemplo, solía invitarlo a CNN, y ahí, entre otros espacios, este (Maestro Master in Business Administration por la Universidad de las Américas), no exagero cuando digo que se pone a decir barbaridad y media.
Es un tipo bastante singular, grandilocuente, le gusta manotear, fanfarronear, despotricar, censurar y fustigar, de ese tamaño es este hombre –conozco muchos así- y, de vez en vez, gusta de lanzar teorías como la de la conspiración. Ahorita trae un rollo que mucha gente se lo ha comprado, de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) lo único que le ha traído a México es una especie como de “balcanización”, según esto y desde la óptica de este personaje, que porque el tratado comercial ha ahondado las diferencias entre el norte del país, desarrollado, y el sur, que ha permanecido atrasado y pobre, subdesarrollado para decirlo en una palabra.
Y evidentemente está mal en sus novo teorías de la conspiración este master en negocios. Balcanizar es un término que se usa en geopolítica para describir una situación de desmembramiento que ocurrió en la década de los 90 a Yugoslavia a la muerte del mariscal Tito. Una serie de provincias integrantes de la federación yugoslava, movidas por fuertes diferencias nacionalistas se independizan después de cruentas guerras para dar paso a Serbia, Eslovenia, Croacia, Bosnia, Macedonia y Montenegro. Eso es, geopolíticamente hablando, una balcanización, que no nos venga a tratar de sorprender Jalife con que en México pasa lo mismo. No cabe la equiparación.
El otro tópico favorito de Jalife, además de su muy evidente antisemitismo, que puede estar en todo su derecho, solo que cuando uno impregna de sus fobias personales a sus aseveraciones personales, pues uno cae automáticamente en lo que en Ciencias Sociales se conoce como juicios de valor. Luego entonces el señor no es muy serio que digamos. Él, Jalife, trae otro pleito casado en contra del TLCAN, dice que ha sido perjudicial para México, y una de sus consecuencias es que México se ha partido en dos, el del norte y el del sur, cosa que vista así de manera simplista pues sí es cierto, pero eso no es una consecuencia del Tratado, por más que no queramos a su padre, o sea Salinas de Gortari.
Miren, si algo funciona y funciona muy bien en este país es el sector exportador de la economía. El intercambio comercial con los Estados Unidos tan solo de manufacturas es ligeramente superior a 300 mil millones de dólares, más de lo que le vende toda Latinoamérica junta, incluido el gigante del cono sur, Brasil, y en la balanza comercial entre ambos países, el saldo nos es favorable en 60 mil millones dólares. Nada más por poner el ejemplo de la industria automotriz que tanto me gusta, hasta 1993 existían 13 plantas automotrices en México, y ahora son más de 30, incluida la china BAIC de Emiliano Zapata, de la que tanto he hablado.
Pero el impacto del Tratado ha beneficiado a otros sectores como los fabricantes de cristales, llantas, pintura y refacciones en general, sin contar con que ahora hay fábricas o ensambladoras en los estados de Puebla, Nuevo León, Morelos, Sonora, Chihuahua, San Luis Potosí, Querétaro, estado de México, Guanajuato, Aguascalientes y Veracruz. La verdad es que yo quisiera que hubiera plantas en los 32 estados, pero no se puede, además, en el caso de nuestro estado, el movimiento exportador a través del puerto es incesante, sin contar con almacenes y otro tipo de instalaciones para resguardar los automóviles que se mandan al exterior.
Tenemos una deuda pendiente con el sur del país, muy cierto, pero ese patrón del desarrollo lo traemos desde principios del siglo pasado, el proteccionismo que dominó ampliamente el siglo XX benefició al norte en detrimento del sur, cosa que es inocultable.
Pero eso no es culpa de TLCAN.
gama_300@nullhotmail.com @marcogonzalezga