Mientras en el cuartel general de Ricardo Anaya hubo felicidad por su repunte en las encuestas, los que seguramente comenzaron a sentirse intranquilos son los panistas que se le voltearon, Entre los que deben haber perdido el apetito están los senadores Ernesto Cordero, Jorge Luis Lavalle y Salvador Vega Casillas quienes se autopoclamaron los rebeldes del PAN. Lo comentan en «Templo Mayor» de Reforma… El cuarto rebelde, y más inteligente de ese grupo, Roberto Gil Zuarth, mejor pidió licencia, le bajó al golpeteo contra Anaya, le dio el beneficio de la duda, pero también a AMLO.