«Hemos cambiado mil leyes para permanecer en el mismo lugar. Hemos puesto mil barreras para que el abuso permanezca intacto. Podríamos sentirnos orgullosos de lo que dicen las leyes si la realidad nos fuera indiferente. A pesar de las tantas reglas, los muchos órganos y los enredados procedimientos, México sigue empeorando. Lo ha logrado porque ha desarrollado una compleja tecnología de la corrupción. No es picardía, ni astucia, es estrategia, método, técnica. Ha sido exitosa, seguimos bajando en la escalera de la corrupción. El estudio de Transparencia Internacional nos da una cachetada con datos». Lo escribe Jesús silva-Herzog Márquez en «Reforma».