¡A qué buena temporada de películas ésta! Hay que tratar de verlas todas, valen la pena, hay mucha calidad interpretativa, magníficas direcciones, historias y guiones de antología, y una gran calidad cinematográfica.
Acabo de ver la película chilena ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera, y no me decepcionó, qué gran largometraje este el de los chilenos. Voy a hacer una breve reseña, no crítica, en realidad la voy a utilizar como pretexto para referirme al tema de la situación actual de la mujer en el mundo como género, de la desigualdad, inequidad, acoso, abuso, violencia sexual, y a estas nuevas cotidianeidades que estamos viviendo como algo normal en esta época, como la diversidad sexual.
Se trata ‘Una mujer fantástica’ (dirigida por Sebastián Lelio y protagonizada por la actriz transgénero Daniela Vega y Francisco Reyes), de la historia de una mujer transexual (Daniela Vega) que debe enfrentar la discriminación de la sociedad luego de la repentina muerte de su pareja heterosexual, Orlando (Francisco Reyes), un hombre mayor que ella que, además, a su muerte, dejaba una familia a expensas de su actual relación. Relación ciertamente “tolerada”, o quizá mejor dicho, soportada a la fuerza por la familia de Orlando.
A la muerte de éste, como es de suponerse, se desatan una serie de entuertos muy desagradables de parte de los íntimos del fallecido en contra de su pareja, y a partir de ahí se desarrolla la historia a la que hoy, en estos días, ya no podemos reputar de atípica. Creo que ya hay muy pocas cosas atípicas. Lo que impera hoy es la libertad sexual y ya nada debiera sorprendernos, ni debiéramos censurar. Pero qué difíciles son estas cosas cuando las sociedades humanas no están preparadas mentalmente para asumir que estas cosas, de hace algún tiempo para acá, debemos asumirlas como normales y más nos vale que vayamos teniendo (mayor) apertura mental.
La diversidad sexual llegó para quedarse, nos guste o no nos guste. Ahí sí soy un defensor de la naturaleza del ser humano. Así somos y no hay de otra. Así nacemos, no creo sinceramente que el medio nos condicione para ser de una forma u otra, ni siquiera aquel mito deleznable de que un chico es como es porque recibió abusos sexuales de algún familiar o amistad cercana, que son cosas que suelen pasar, totalmente reprobables y denunciables, pero, perdón, eso es tanto como buscarle tres pies al gato.
Una condición sexual en cuanto a preferencia sexual es, ante todo, una condición humana. No es ni un error de la naturaleza, ni tampoco se debe a que, como decían en la revolución cubana, el que es cocinero tiene tendencia a…, por eso hay que evitar eso y mejor hay que mandarlo al campo a cortar caña para que vuelva hombrecito. ¡Por favor!, no sé si me esté explicando. Creo que muchos todavía no estamos preparados para aceptar la diversidad sexual como algo normal. Son cuestiones que tienen que ver con la evolución y el desarrollo mental, y perdón, espero que esto a nadie agravie.
Comentaba con mi esposa, que van a pasar muchos años –no sé cuántos-, para que normalicemos en nuestra percepción de situaciones o condiciones así. Recordando algunas cosas curiosas, Holanda, por ejemplo, que hoy es reconocido como el país por antonomasia de la diversidad y de las libertades sexuales, prácticamente ahí todo se vale, pues esa misma Holanda tiene un pasado tenebroso en el cual se mezcla un colonialismo esclavista de lo más brutal, que se mezcla con el antecedente del cual no se han podido despojar, de que algunas de las herederas de sus colonias, practicó la segregación racial como norma de Estado: Sudáfrica, Rodesia y Namibia, si mal no me equivoco.
Y tampoco hay que olvidar que fue hasta 1967 cuando se permitió un matrimonio interracial en los Estados Unidos, entre un hombre blanco y una mujer afroamericana. Antes, siquiera pensarlo era como si se casara un humano con un animal. Perdón por la comparación tan violenta, pero así era. Y bueno, quedan muchas cosas en el tintero que poco a poco iremos desgranando, por lo pronto les recomiendo que vayan a ver también ‘Tres anuncios a las afueras’ (Martin McDonagh), con una actuación deslumbrante de Frances McDormand, impresionante la mujer, me quito el sombrero. Ya la comentaremos aquí.
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