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Sputnik

La esperanza de Uruguay de ganar este viernes a Francia en el partido de cuartos de final por la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018 se propagó por todo el territorio y ámbitos de este país sudamericano, paralizando las actividades públicas y privadas.

Gobiernos departamentales (provinciales) y empresas del Estado y privadas detendrán sus tareas durante los 90 o 120 minutos que puede durar el encuentro entre los seleccionados de futbol de Uruguay y Francia en la ciudad rusa de Nizhni Nóvgorod (centro) que comenzará a las 14:00 GMT​​​.

Las autoridades de los departamentos de Artigas (norte) y Florida (centro-sur) decidieron no trabajar este viernes, mientras otras pospusieron el horario de funcionamiento para después del encuentro, informó la prensa local.

Además entes públicos y el estatal Banco de la República informaron a través de comunicados que abrirán sus puertas luego de las 17:00 GMT, cuando ya se sepa si el seleccionado uruguayo se clasificó o no para jugar las semifinales de la Copa Mundial de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado).

Tampoco las empresas privadas escapan a esta fiebre mundialista.

Mientras las grandes empresas organizan actividades para que sus empleados vean el partido dentro del establecimiento, las más pequeñas brindan a sus empleados la posibilidad de ausentarse para presenciar el encuentro en sus casas o en otros lugares de encuentro con amigos.

“Se habilitan salas para que entremos todos, el comedor lleva una mesa de comidas especial para ese día y comemos ahí mientras lo vemos (…) Nos regalan unas bufandas de Uruguay y todo el edificio está decorado con el Mundial, con nombres en ruso y demás”, dijo a Sputnik una empleada del área de marketing digital de la multinacional de cosméticos L’Oreal, Fiorella Benech.

En cambio, Sacapuntas, una agencia de comunicación con menos de 10 empleados, organizó un asado, la típica carne vacuna cocinada sobre las brasas, para que su personal vea el partido, pero también permite quedarse en casa frente a la TV.

“Organizaron un asado para ver el partido, pero hubo quienes prefirieron verlo en sus casas y llegar después a la oficina”, comentó a esta agencia Julia, una licenciada en comunicación de la empresa que prefirió dar su nombre de pila.

Es común que la gente se reúna para ver los partidos de la famosa Celeste con amigos o en familia.

Como esta semana comenzaron las vacaciones del invierno austral para las escuelas primarias y secundarias, algunos colegios invitaron a sus estudiantes a concurrir a la institución para mirar el partido y compartir un almuerzo.

“El viernes 6 se suspenden las vacaciones en el Liceo 12. Todos invitados -estudiantes y familias- a festejar junto a Uruguay. Nos concentramos a las 10:45 horas (13:45 GMT) en el Liceo y vemos el partido. Traer bandera o ropa celeste y algo para compartir. Juntos somos invencibles. ¡Vamos Uruguay!”, invitó la dirección del colegio público de Montevideo a sus profesores a sus docentes y alumnos.

Varias escuelas del país hicieron llegar a la selección, a través de las redes sociales, videos de los niños celebrando los triunfos que vienen cosechando los jugadores en Rusia, hasta el momento invictos en los cuatro partidos disputados.

“Esos niños no se van a olvidar más de esto; capaz (que) se lo cuentan a sus hijos o a sus nietos. Ese es el hilo que hemos retomado. Hubo facultades que suspendieron clases. En Uruguay pintaron hasta los monumentos de celeste”, dijo días atrás en conferencia de prensa en Rusia el director técnico del seleccionado uruguayo Óscar Tabárez, quien además es maestro de profesión.

Desde 2010, cuando Uruguay llegó a semifinales en la Copa Mundial de Sudáfrica, se hizo tradición en Montevideo que una multitud pueble la explanada del Palacio Municipal (sede del Gobierno departamental) para mirar los encuentros de fútbol en pantalla gigante.

Si la Celeste gana este viernes, se da por descontado que muchos continuarán los festejos en la céntrica Avenida 18 de Julio, donde está ubicado el Palacio Municipal.

Los uruguayos esperan ansiosos y casi angustiados el partido y mantienen la tradición de llevar una pequeña bandera enganchada en las ventanillas de los vehículos y de vestir balcones y ventanas con los colores blanco y celeste del pabellón nacional.

Si Uruguay supera a Francia, deberá jugar el próximo martes contra el ganador del encuentro Brasil-Bélgica para buscar un lugar en la gran final de Rusia 2018 que ya ha despedido a potencias futbolísticas como Alemania, España y Argentina.