Cuando salimos de la Facultad y empezamos a trabajar en el gobierno, algunos de nosotros nos reuníamos periódicamente a platicar de los últimos chismes políticos. Un compañero, ya finado (JPP) nos decía: «yo no conozco mucho de política, pero me interesa. Síganme invitando». Otro amigo (ABR), al que no le gustaba nada la política, un día se hartó y nos dijo: «bueno, cabrones, ya déjense de chismes y pónganse a producir por el país». Lo sacamos a colación porque Lourdes Mendoza en «El Financiero» escribe que en el restaurante «Suntory» de la CDMX, ayer estaba Silvano Aureoles con Luis Cházaro, el primero se cambió de mesa y se pasó a la de Beltrones; el segundo se fue a la mesa de Fernando Galindo (SHCP), y al final Manlio se fue a la mesa de Emilio Gamboa y Ruiz de Teresa. ¡Pura grilla, nada de actividad productiva!