De las definiciones básicas de la innovación educativa
Hay pocos asuntos en el contexto educativo de tan difícil definición y de la más compleja realización como la innovación educativa. La innovación es un proceso que busca modificar las concepciones y actitudes de la realidad vigente, se le asocia con un cambio intencionado. Tiene preponderancia en el campo de la acción y tiene un componente −que puede ser ideológico, cognitivo, ético o afectivo− que apela a la creatividad del sujeto y al desarrollo de su individualidad.
Al hablar de innovación educativa, nos referimos a una acción sobre los medios y procesos regidos por normativas que intentan influir en las actitudes, valores, conocimientos y hábitos de grandes núcleos de población. La innovación educativa es un proceso de cambio intencionado y ordenado, que tiene una finalidad, a favor de un determinado nivel educativo.
Las acciones de innovación educativa deben introducir algo nuevo en una situación académica, van a dar lugar a un cambio para alcanzar una mejora, la cual deberá ser pertinente en el contexto socioeducativo. Este proceso debe estar orientado a resultados, así como a producir cambios tanto en las concepciones teóricas como en las actividades prácticas. Es común que este tipo de cambio requiera de infraestructura tecnológica que apoye y acelere el proceso de innovación.
La innovación en la educación superior tecnológica
En nuestro país, comenta el sociólogo Alejandro Cea, existen varios supuestos para enfrentar el problema de la innovación. En primer lugar existe la necesidad de cambio puesto que muchos grupos sociales no tienen posibilidad de acceso y permanencia en los servicios educativos. En segunda instancia está el crecimiento acelerado del Sistema Educativo Nacional, y finalmente el estancamiento actual que no permite dar respuestas claras a todos los servicios educativos existentes.
En el Sistema Educativo Nacional la cobertura se desarrolla en forma desigual, mientras que en las grandes ciudades se cuenta con instalaciones bien equipadas, con personal docente capacitado y con el apoyo de diversos materiales educativos, existen regiones donde ni siquiera se tienen instalaciones destinadas específicamente a la impartición de educación.
Un ejemplo de innovación en cuanto a cobertura de la educación superior lo constituyó la creación de los Institutos Tecnológicos Descentralizados en 1990; el inicio de las Universidades Tecnológicas en 1991; y, el arranque de operaciones de las Universidades Politécnicas en 2001. Estos procesos tienen como finalidad descentralizar la educación superior y favorecer a los estudiantes de comunidades marginadas, así como también ampliar y diversificar la oferta educativa y fortalecer la vinculación entre la academia y los sectores productivos de bienes y servicios.
En el contexto de la innovación en cuanto a enfoques pedagógicos las Instituciones de Educación Superior Tecnológica adoptaron el modelo educativo basado en competencias que está centrado en el estudiante y que les permite adquirir el dominio de conocimientos, habilidades, actitudes, capacidades y valores, para que su educación sea permanente a lo largo de su vida.

Los retos de la innovación educativa en la Educación Superior Tecnológica
¿Cuáles son los retos de la educación superior en el contexto de la sociedad del conocimiento? El primero es el incremento de la cobertura en el Sistema de Educación Superior Tecnológica, dado que el número de egresados de bachillerato tiende a crecer pero, ¿cómo atender a una matrícula cada vez mayor con la limitada infraestructura con que se cuenta?, en lo que respecta Veracruz los esfuerzos han sido sobresalientes, pero no suficentes. En los últimos cinco años la matrícula de este tipo prácticamente se duplicó, al pasar de 37 mil estudiantes a 66,239 en el presente ciclo escolar, atendidos en 21 tecnlógicos estatales, 3 universidades tecnológicas y una universidadad politecnica, además de contar con 40 extensiones a lo largo y ancho del estado. No obstante, la respuesta para ampliar la cobertura está en la educación a distancia, sin embargo, para tener éxito en esta tarea en necesario que los dos modelos educativos, educación presencial y en línea, coexistan.
El segundo gran reto es el uso adecuado de las redes sociales en la educación superior, es otra de las megatendencias en la educación superior tecnológica. La utilización adecuada optimiza el tiempo de contacto del profesor, fomenta el trabajo colaborativo y fortalece el aprendizaje distribuido. Para lograrlo es necesario que los docentes se capaciten en el manejo de las tecnologías de la información y la comunicación. El uso combinado de redes sociales y cursos en línea impulsará la calidad de la educación que se imparte en el aula. Los cursos en línea dirigidos a un amplio número de participantes ya son una realidad en nuestro país. Prueba de ello es la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM) que cuenta con más de 103 mil estudiantes inscritos.
El tercer reto es el fortalecimiento de la vinculación de la academia con los sectores productivos público, privado y social. La vinculación debe ser considerada como una función sustantiva de las Instituciones de Educación Superior. El sistema de educación dual que ya se lleva a cabo en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) y las Univeridades Tecnológicas tienen grandes ventajas para la formación integral de los estudiantes. Las visitas a las empresas, las prácticas profesionales y las estadías forman parte de la Educación Superior Tecnológica. Sin embargo, es necesario que se fortalezca la vinculación necesaria entre el sector educativo y las empresas, para ello se requiere que se propongan eficaces apoyos fiscales a las empresas que apoyen a los estudiantes y a los recién egresados de las instituciones de educación superior.
Un cuarto reto se refiere a la internacionalización de la educación superior. Este proceso constituye una eficaz respuesta al fenómeno llamado globalización de la economía, cuya expresión concreta es la integración de los mercados y la universalización de los circuitos financieros. Este reto requiere, por supuesto, el aprendizaje por parte de los estudiantes de un segundo idioma, ya sea inglés, francés, chino o japonés. El proceso de internacionalización no se limita al intercambio estudiantil con otros países, sino a la incorporación de la dimensión internacional e intercultural en la misión y las funciones sustantivas de las Instituciones de Educación Superior. Los beneficios de la internacionalización son: mejora de la calidad de los futuros profesionistas; acreditación internacional; rápida inserción de los egresados en el mercado laboral nacional e internacional.
Estos son algunos de los retos de la Educación Superior Tecnológica.