Decía Confucio (Kung fu tzu/ 551 a.c.): “Si quieres conocer una persona, dale poder”. Y esta frase se puede tomar en sentido positivo o negativo. A) Positivo, cuando el poder se adquiere a través del esfuerzo, preparación, legítima y honestamente. En este caso, el poder puede representar la mejor oportunidad de apoyar a los representados y obligar a la persona que lo ostenta, a dar su máximo potencial para ofrecer resultados la altura de las expectativas que genera. B) Negativo, cuando éste se obtiene o se ostenta de manera impositiva, irregular, ilegitima, meteórica, excesiva o perene, y se utiliza como un instrumento de manipulación, de control, de ilegalidad y de perversión, entonces es cuando se desvirtúa pues solo busca saciar intereses o proyectos personales y/o de un grupo en particular, olvidando su verdadera finalidad: servir a los demás y garantizar resultados favorables que logren el bienestar común.

Y así hemos visto innumerables casos de políticos, empresarios, líderes y funcionarios de todos los niveles, que fueron escalando posiciones y cuando llegaron a su meta, se dejaron seducir por el poder engolosinándose tanto, que al final ya no les importó si el resultado generó daños en recursos, patrimonios, imagen , etc., tanto de individuos como de instituciones. Es decir, el fin justificó los medios.

Y comento esto para analizar uno de los casos que hoy están en la opinión pública, el de la Sra. Rosario Robles Berlanga.

Recuerdo a la economista María del Rosario Robles Berlanga en 1994, en la 56 Legislatura del Congreso de la Unión (1994-1997) hace 23 años aproximadamente. En ese entonces, la ubico como una mujer inteligente, sencilla en su forma de hablar y de vestir y con cierta simpatía con sus allegados. Eran los tiempos en que la izquierda ganaba mayoritariamente curules sólo por la vía plurinominal y de ahí que les convenía enviar lo mas combativo al poder legislativo. La mayoría activistas estudiantiles o sociales y algunos protagonistas del Movimiento del 68 y/o fundadores del PRD. Entiéndase, en el momento, la más pura representación de la izquierda mexicana.

Sin embargo Rosario siempre fue una persona hábil, protagónica, que buscaba sobresalir entre los demás, en uso de sus relaciones que tenía de sobra, aunque en el momento aún no ambiciosa al extremo. En esa legislatura la nombraron por gestión de su bancada, Presidenta de la Comisión de Desarrollo Social, en función de que en el momento poseía cierto prestigio entre las huestes de izquierda pues venia de ser la representante femenil del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) del que formó parte en su Comité Ejecutivo Nacional de 1988 a 1993. Ese antecedente sumado a su inteligencia y formación académica, le permitía manejar muy bien el discurso socioeconómico, de género y el de la izquierda radical.

Así mismo, había sido fundadora del PRD en 1989, Instituto político en el que ocupó cargos como Consejera Nacional, Secretaria de Movimientos Sociales y Secretaria de Organización. Por esos antecedentes, gozó también de la simpatía de Cuauhtémoc Cárdenas y eso le permitió ciertos privilegios frente a los demás. Por eso cuando éste es Jefe de Gobierno entre 1997 a 1999 la nombra Secretaria de Gobierno.

Pero conforme la fortuna le abría las oportunidades, así también fue creciendo su “empoderamiento”, que a la larga se iría deformando. A la salida de Cárdenas de la Jefatura para contender a la Presidencia de la República en1999, se la hereda a Rosario Robles y el 29 de septiembre de ese año toma posesión, convirtiéndose en la primera mujer que la asume, sobresaliendo su gestión con algunas iniciativas como la “Ley Robles” que amplió los cauces del aborto en el entonces DF y con ello ganó simpatías de muchas mujeres que pugnaban por la despenalización del mismo.

Al concluir con su función en la Jefatura el 5 de diciembre de 2000, entregó el cargo a Andrés Manuel López Obrador y éste le tuvo gratitud, porque Rosario le impulsó y apoyó su candidatura por sobre otros personajes de mayor arraigo en el PRD que también ambicionaron el cargo. Así que esa fue curiosamente, la única etapa en que no se le adjudica alguna objeción de su labor.

Pero la confianza de Cárdenas, hacia ella aún se conservaba. En el año 2002 se convierte en Presidenta Nacional del PRD ocupando el cargo hasta 2003, mismo que desocupa por el escándalo que generó, las acusaciones que le hicieron de presuntos adeudos por 409 millones a diferentes empresas, entre ellas Televisa, adeudo con el cual cargó el PRD por décadas y del que Robles no respondió nunca y, presionada por la militancia renunció a este partido sin enfrentar su responsabilidad.

Otro escándalo en la vida de la Sra. Robles, fue el caso de los videos en que los funcionarios perredistas Rene Bejarano—al que se le llamo el “Señor de las ligas” y marido de Dolores Padierna–, Ramón Sosamontes y Carlos Imaz (exmarido de Claudia Sheinbaum) recibían dinero del empresario Carlos Ahumada para financiar campañas electorales del PRD a cambio de contratos y licitaciones de los gobiernos perredistas. Dicha relación entre Ahumada y este partido se dio a través de Rosario Robles, y posteriormente se descubriría que sostenía una relación sentimental con el empresario y que existían negocios en donde Robles estaba presuntamente involucrada. Una vez más, ésta eludió toda responsabilidad con argumentos feminista, haciendo ver que era atacada por que “era mujer”.

Y esa ha sido justamente una de sus defensas. El discurso de género, que ha usado a su conveniencia cuando ha sido señalada, que lleva la intención de mostrarse víctima de las circunstancias o excesivamente segura, incluso rayando en la frivolidad como así se expresara: “Es normal que todo político esté sujeto a ataques. Pero cuando se trata de mujeres, somos doblemente atacadas, porque la vara es mucho más alta para nosotras; la sanción moral para las mujeres es totalmente diferente. Si un hombre aspira al poder es totalmente legítimo, pero si una mujer quiere ser poderosa es porque es envidiosa….Si una mujer asciende en la escala del poder es porque se lo debe a sus atributos femeninos o a sus relaciones, y no a sus propias capacidades. …No nos dejan pasar de cierto nivel y cuando estamos a punto de romper ese “techo de cristal” nos volvemos muy peligrosas, porque empoderamos a otras mujeres”. “…En un momento determinado yo jugué ese factor y además, evidentemente, con una gestión muy exitosa al frente del Distrito Federal, una gestión exitosísima al frente del PRD, que incrementó de manera considerable sus votos y sus posiciones, pero los errores fueron aprovechados para atacarme” .
Sin embargo, todas las acusaciones que se le hicieran en el pasado, fueron desechadas, no tanto por defender a Rosario, sino para proteger a la propia izquierda que no le convenía ser exhibida por casos en donde sus principales integrantes pudieran ser llamados a cuentas por la justicia. Práctica muy común en ellos, de encubrir las debilidades o malos manejos de sus elementos, nunca aceptando culpas y evadiéndolas simplemente culpando a otros.

Por eso Robles hace un alto en su vida política a partir de 2007 en que se retira temporalmente para fundar la alianza empresarial, “Sostén” consistente en consultoría política para las mujeres. Y desde su despacho organiza campañas de candidatas a gobernadoras y presidentas municipales, lo cual le acerca simpatías de mujeres también empoderadas—de diferentes partidos– de gran valía.

Por su posición emblemática de defensora del feminismo, es invitada para incursionar en la actuación con “Monólogos de la Vagina” en el 2007 en donde da rienda suelta en su expresión libre, para que las mujeres asistentes se identificaran con el lenguaje reivindicador y liberador. Y es ahí donde Rosario, regresa a su esencia. Percibiéndose en su actuación como la mujer que siempre ha sido, liberada de atavismos, fuerte y decidida. Y es ahí donde Rosario Robles se transforma para regresar a su mejor faceta, a la personalidad que siempre convenció, la de las expresiones fuertes pero agradables, tales como: “mi vagina esta encabronada”, la “vagina quiere poder”, entre otras, y con ello engancha a las mujeres asistentes. Y alienta a sus congéneres a gritar “coño, coño, coño”, como una forma de identificación y de liberación.

Pero en el fondo su intención era continuar en la lucha política y fortalece su plataforma femenil a través de una Red de Mujeres, –que ya había fomentado desde que fue Jefa de Gobierno—permitiéndole ello ganar presencia en estados y principalmente en la ciudad de México, que le habría de servir para sus planes futuros en la política.

Y lo hace en abril de 2012, en Acapulco Guerrero, en donde Rosario Robles acompañada por decenas de mujeres, le expresa su simpatía a Enrique Peña Nieto, candidato del PRI a la Presidencia de la República–en el momento adversario de Andrés M. López–, cuando inaugura el encuentro Red de Mujeres de la Sociedad Civil. De esta manera se incorpora a la campaña y al ganar Peña la elección, se cuela al gabinete Presidencial por encima de fuertes críticas, en especial de las mujeres del PRI que la sienten oportunista, ya que sin ser militante de este partido y sin “sudar la camiseta”, simplemente la premian con una posición de privilegio. En ese sexenio 2012-2018, se incorpora primero como Secretaria de Desarrollo Social (1º Dic /2012 a 27-ago/2015) y posteriormente Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (27 Ago/2015 a 30 nov/2018).

Pero no pasaría mucho tiempo para que el nombre de Robles se ligara a un nuevo escándalo. A inicios del año 2018, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) –que la tenía ya en “la mira” desde 2016-, pone al descubierto que entre los años 2014 y 2015 durante la gestión de Rosario Robles (en SEDESOL y SEDATU) había detectado que, a través de pagos a empresas fantasmas, esas dependencias desviaron mil 311 millones de pesos, argumentando en el momento que presuntamente parte de ese dinero se había transferido a Monex y a CI Banco y otra parte enviado al extranjero.

La ASF sostenía que cuando estuvo en la Secretaria de Desarrollo Social, el desvío se había realizado a través de los servicios de radio y televisión de Hidalgo, cuyos contratos fueron firmados en marzo, mayo y septiembre de 2014. Y cuando estuvo en la Secretaria de Desarrollo Agrario , Territorial y Urbano (SEDATU) la ASF encontró que los convenio se hicieron con el sistema quintanarroense de comunicación social signados en julio, septiembre y octubre de 2015, arguyendo que se hizo en ambas dependencias para eludir los requisitos de la Ley de adquisiciones , arrendamientos y servicios del sector público de la ASF, además de que subcontrataron a 84 proveedores y al menos 13 de ellos resultaron ser empresas fantasmas ( correspondían a despachos privados , consultorios o casas habitación) .

Para septiembre de 2018, Robles acumulaba 18 denuncias ante la PGR, 17 que había gestionado la ASF por 3 mil 37 millones y la última de la organización civil Mexicanos Contra la Corrupción. Denuncias que se tenían reservadas y que hoy-11 meses después– el Juez Felipe Delgadillo Padierna—desconozco si tiene parentesco con Dolores la peor enemiga de Robles–, conocido por su imparcialidad, claridad, firmeza y dureza ha determinado la vinculación a proceso a la exsecretaria de Desarrollo Social y de SEDATU, Rosario Robles, por el delito de ejercicio indebido del servicio público determinándole además prisión preventiva por dos meses en que deberá enfrentar el proceso recluida .

Pero volviendo al tema y a manera de conclusión. Estos casos como otros, que involucran judicialmente mujeres poderosas en México o cualquier parte del mundo, son verdaderamente lamentables—como lo fue el en su momento el caso de Elba Esther Gordillo o de Cristina Fernández de Kirchner –. Porque se trata de mujeres inteligentes, preparadas, formadas para la política, “empoderadas”, pero… ¿en dónde está el error?, en que el poder, al llegar a ser excesivo da paso a la ambición desmedida y ahí el “empoderamiento” se deforma, se “pierde el piso” y la proporción de la consecuencia de los actos. Circunstancias que no son exclusivas de las mujeres, pero que si impactan en mayor grado.

A nadie se le desea lo que hoy Rosario Robles está padeciendo, y esperamos un juicio justo para ella, pero queda para la reflexión lo que ese hecho significa, sobre lo que no se debe hacer a esos niveles. Porque han existido mujeres Secretarias de Estado, como lo fue en su momento: María de los Ángeles Moreno, Rosario Green, Mercedes Juan, Claudia Ruiz, etc., que desarrollaron una excelente labor en la oportunidad de ser colaboradoras de primer nivel de los gabinetes presidenciales y ninguna, salió cuestionada por hacer un mal uso en el ejercicio de su función.

Luego entonces la lectura que queda de todo esto es que, el poder por sí mismo no corrompe…, quizás sólo contribuya a probar a los individuos que lo ejercen , ese bagaje intelectual, pragmático y de valores éticos que cada quien ha tenido en su formación a través de su vida. O dicho a la manera de José “Pepe” Mujica (expresidente de Uruguay 2010-2015): “El poder no cambia las personas, solo revela lo que verdaderamente son”.
Gracias y hasta la próxima.