El actual gobierno tiene entre sus prioridades atender el problema de las pensiones. Los que se pensionarán bajo el esquema de las Afores están en gran desventaja ya que sólo recibirán el 30% de su último sueldo. Por ello se busca un acuerdo empresarial para que su aportación pase de 6.5% al 15% de manera gradual de aquí al 2028, sobre la base de que los trabajadores sólo incrementarían su aportación de manera voluntaria. Aquí el problema es, como lo señala Alberto Aguilar en «El Economista»: mas allá de la capacidad de las grandes compañias, no necesariamente las Pymes podrán aguantar una mayor carga cuando ya aportan al IMSS y al Infonavit. El riesgo es empujarlas a la informalidad». Y aparte están las pensiones de universidades, estados, municipios y Fuerzas Armadas.