«Hay fanáticos en el futbol, en la política, de los personajes artísticos y de la religión. No queremos fanáticos de la fe. Nos gustaría ver gente leal, fiel y cumplidora de sus obligaciones, alegre en la convicción de su fé. Pero no fanáticos. Los fanatismos no parecen gustar a Dios que nos quiere siempre respetuosos del prójimo». Lo escribió el querido finado sacerdote José Benigno Zilly en 2013.