La historia de este emblemático sitio en Xalapa es tan antigua como el Cerro de Macuiltépetl. La cueva permaneció oculta hasta 1943 cuando un hombre trabajaba piedra en la zona y se percató que había un gigantesco agujero debajo de él. La formación rocosa parecía el labelo de una orquídea, de ahí su nombre. Fue hasta 1996 cuando el alcalde Carlos Rodríguez Velasco decidió rescatar la cueva, restaurar los alrededores y convertirlo en un parque. Después en 2011, se volvió a intervenir. Actualmente la cueva se encuentra cerrada por instrucciones de Protección Civil. Lo publican en «Xalapa Antiguo, análisis y opinión»,