«El sábado pasado fue el peor día de mi enfermedad. Mís síntomas eran falta de sabor y olor, un cansancio terrible, me dio temperatura, el dolor de cabeza hizo su aparición. Y estaba solo. Recé un rosario y entonces ya podía hablar sin cansarme. Le dije muchas veces a Jesús ten compansión de mi. Lo dije muchas veces hasta que quedé dormido. Al otro día ya estaba mejor y dice la doctora que voy saliendo de la enfermedad. Gracias a Dios». Como la persona enferma pidió el anonimato ponemos la foto de quien lo escribió en su «Cambio Digital».