En el municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz, las Patronas, desde hace más de dos décadas, se han dedicado al pioyo  de migrantes en su paso por el centro del Estado, dándoles comida, agua y en algunos casos, asilo. Las Patrona no han dejado de trabajar, incluso durante la pandemia, limitando únicamente ciertas actividades, al tomar en cuenta los protocolos de sanidad, y utilizando la capilla como punto de cuarentena para que los viajeros pudieran descansar.Llo esctribió Jafet Rodrigo Cortés Sosa en «Latitud Megalópolis». Foto de Wikipedia.