La designación de José Antonio Romero Tellaeche como director del CIDE estuvo marcada por manifestaciones y la toma de instalaciones, una situación que no había experimentado en 47 años de existencia. «Ante el evidente conflicto de interés en el proceso, queda claro que éste no ha sido un proceso legal ni transparente. El oscuro cabildeo detrás de la designación del doctor Romero demuestra que éste ha sido un proceso ilegal, antidemocrático e impositivo», expresaron unos 40 estudiantes que realizaron un paro afuera de las instalaciones de Santa Fé. Culpan a la directora del Conacyt, María Elena Alvarez, quien señaló que el proceso fue legal. La información es de Martha Martínez en «Reforma». Foto de «El Financiero».