La estrategia para blindar que los servidores de la nación o personas que manejan programas sociales fueran registrados como funcionarios de casilla, y esto implicara presionar o dirigir el voto, provocó retrasos en el listado de representantes de parte de los partidos, por lo que el INE les dio otras 48 horas y con un requisito más flexible. Lo escriben en los «Trascendidos» de «Milenio». Foto de Eric Lugo en El Economista.