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El Economista

La gobernadora del Banco de México adelantó que la Junta de Gobierno del banco central “contempla” que en la próxima reunión, que se llevará a cabo el 27 de marzo, podría haber un nuevo recorte de 50 puntos base a la tasa de interés, para colocarla en 9 por ciento.

Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México. Archivo / Reuters

El Banco de México (Banxico) continuará con su ciclo de recortes en la tasa de interés interbancaria, pese a la incertidumbre económica generada por las políticas del presidente estadounidense Donald Trump, afirmó la gobernadora del banco central Victoria Rodríguez Ceja.

“Se anticipa que el entorno inflacionario permitirá continuar con el ciclo de recortes de tasas, aunque manteniendo una postura restrictiva”, señaló la funcionaria de Banxico en un evento organizado por el Banco Interamericano de Pagos (BIS, por su sigla en inglés).

Añadió que la Junta de Gobierno del banco central “contempla” que en la próxima reunión, que se llevará a cabo el 27 de marzo, podría haber un nuevo recorte de 50 puntos base a la tasa de interés, para colocarla en 9 por ciento.

“Podríamos considerar un ajuste a la baja de magnitud similar. Estamos anticipando que el entorno inflacionario permitirá más recortes durante el resto del año”, comentó.

No obstante, mencionó que no “perderán de vista” el desvanecimiento de los choques globales, el avance en la desinflación y los niveles ya alcanzados por la inflación general y subyacente.

“Seguiremos vigilantes ante los desafíos actuales en las próximas reuniones”, agregó.

La gobernadora del Banxico destacó que actualmente México enfrenta la incertidumbre relacionada con los efectos de las políticas que la nueva administración estadounidense podría adoptar.

“Dada nuestra alta integración económica con Estados Unidos, si se materializan políticas que afecten el comercio y los flujos financieros entre ambos países, tendría consecuencias para las condiciones macroeconómicas de nuestro país”, señaló.

Explicó que el efecto sobre la actividad económica de México sería negativo, mientras que los efectos sobre la inflación tendrían resultados “contrapuestos”.

“Aunque una mayor debilidad económica tiende a moderar las presiones sobre los precios, una mayor depreciación del tipo de cambio podría generar presiones alcistas sobre la inflación”, añadió.

En este sentido, señaló que los desafíos que la economía mexicana enfrentará en este 2025 destacan la importancia de tener “fundamentos macroeconómicos sólidos”, ya que permiten enfrentar tales eventos desde una posición ventajosa.

ana.martinez@nulleleconomista.mx