El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, parece que abrió la caja de Pandora. Amenazó a empresas constructoras con expropiarles terrenos si no regalaban al gobierno dos hectáreas. El desplante fue muy mal visto en Palacio Nacional y ahora Armenta trata de salir por peteneras, diciendo que ya no va a pedir las hectáreas que quería. Recibió frío y provocó que le sacarán otros trapitos al sol, cuando fue Secretario de Desarrollo Social con el «góber precioso», Mario Marín. Lo escriben en «Templo Mayor» de «Reforma». Foto de «Enfoque Noticias».