Para quienes gustamos de la Fórmula 1, parte del atractivo que encontramos en la máxima categoría del automovilismo está en los motores, nada más con escuchar su rugido se siente la potencia. Si se me permite la analogía, el ‘bramido’ de un Fórmula 1 es como el de un león en medio de la noche en la sabana africana, es tal su potencia que se alcanza a escuchar a una distancia de 8 kilómetros, y como a un león que solo lo puede vencer otro león, así pasa también en la Fórmula 1, a un Fórmula 1 solo lo puede vencer otro Fórmula 1. Después de un año (2015) en el que los motores se escuchaban como el sonido de una abeja, en 2016 los motores de estos monoplazas recuperaron parte del sonido potentísimo que era una de sus características principales, producto de que se mejoró el sofisticado sistema de escapes del motor que permitieron recuperar su sonido característico. Los Fórmula 1 son un dechado de ingeniería automotriz en el más amplio sentido de la expresión, incorporan una serie de adelantos que van desde la línea aerodinámica de la carrocería (alerones, branquias y espejos laterales), un chasis muy evolucionado, llantas y el motor. Entre las escuderías sigue habiendo marcas dominantes: Mercedes, Red Bull y Ferrari, pero hay otras que aspiran a lograr algo más, sobre todo podios y puntaje en la temporada como McLaren, Sahara Force India, Toro Rosso y Williams. Nuestros paisanos ‘Checo’ Pérez y Esteban Gutiérrez después de tres fechas no han tenido el mejor inicio, no han logrado puntear, esperamos que para la cuarta fecha consigan una mejor posición. Lo escribe Aurelio González Gama, directivo de este Portal.