Cuenta que «me encuentro a don Charly Salinas aquí en Xalapa. Siempre de incógnito, siempre discreto y modesto: Hoy no traía reloj Carso que le caracteriza. Dice que vino a escuchar a sus discípulo Castañeda y además huyendo del frío de Dublín. No quiso hablar de políica. Me dijo que ya no es de Gortari, no le emtendí». Eso escribe quien por la simpatía que le tienen las autoridades eclesiásticas, en un futuro pudiera ser Direcror General de Asuntos Religiosos del gobierno del Estado, don Miguelito Valera.