Nos dolió verdaderamente tu inesperada partida. Confiaba candorosamente en que el virus no podría derribar gigantes como tú, pero me equivoqué.. Nadie, ningún mortal e incluso inmortales como tú están a salvo ante su instinto asesino que no ve trascendencia, legado, posición económica, raza o preferencia religiosa. Que tu muerte nos sirva de lección para hincarnos ante la fuerza de tu tempestad. Querido Armando, contigo me pasó como con Dios, sin verte te adoré porque en verdad las letras de tus composiciones son sencillas pero poéticas. La primera de tus obras que recuerdo es ‘Esta tarde vi llover’, que llegó a mis oídos gracias a que alguien compró en mi casa ese ya legendario acetato de RCA Victor. Ha de haber sido allá por el año 67, hace 55 años para ser exactos. Algo tiene de especial esa canción que me dejó impactado desde aquella primera vez que la escuché por propia voz, esa tu voz con un acento tan especial y que después supe que era típico de los que son mayas como tú. Yo no sabía pero ya te venía escuchando desde antes en aquella legendaria radio de los años 60 por voz de la mismísima Angélica María que te cantaba un inocente pero pegadizo “rockcito” llamado ‘Eddy Eddy’. Te voy a echar mucho de menos, figuras como tú siempre hacen falta. Me quedo con lo que dice mi favorita de tus composiciones para rendirte un homenaje póstumo: Te extraño /Cuando camino /Cuando lloro /Cuando río /Cuando el sol brilla /Cuando hace mucho frío /Porque te siento /Como algo muy mío /Te extraño… Foto de Agencia EFE. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.  

Hace poco, concretamente un 18 de septiembre, se cumplieron 55 años de la muerte del poeta León Felipe (Felipe Camino Galicia de la Rosa, Tábara, 11 de abril de 1884-CDMX, 18 de septiembre de 1968). Miren, vengo escuchando hablar de este gran poeta español desde las épocas de cuando fue secretario de gobernación Luis Echeverría Álvarez, que fue protector y admirador. Era yo muy chico como para comprender el tamaño de poeta que era el también exiliado –en realidad llegó al país desde el 22, gracias a Alfonso Reyes, se regresó a España para volver con el  exilio-, pero su imagen quijotesca –fue un quijote antiguo en nuestro tiempo-, de hidalgo, muy característica de un viejo sabio, sosegado y curtido por el el tiempo, ataviado con su boina inseparable que cubría su calva testa, anteojos de intelectual –¡y sí que lo era!- y una barba mediana en armonía con esa imagen de filósofo griego. Más tarde, me empecé a aficionar a sus poemas porque leí algunas décimas que al juglar le dedicó el Lic. Guillermo Cházaro Lagos, con esa lírica muy propia de los versadores de la Perla del Papaloapan. El poeta leonés fue admirado por otros grandes como Jorge Cuesta, Octavio Paz, Tomás Segovia, María Luisa Capella y Carlos Pellicer, ¡y por muchos otros, entre ellos el escribiente! Para terminar esta entrega reproduciré un breve poema que está entre mis favoritos del poeta: Hermano... tuya es la hacienda... / la casa, el caballo y la pistola... / Mía es la voz antigua de la tierra. / Tú te quedas con todo y me dejas desnudo y errante por el mundo... / más yo te dejo mudo... ¡mudo!... /  Y ¿cómo vas a recoger el trigo y a alimentar el fuego si yo me llevo la canción? Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal. Foto de "El Cultural".

1) "Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé: sus nombres son: cómo, cuándo, dónde, qué, quién, y por qué". 2) "La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre". 3) "Si encomiendas a un hombre más de lo que puede hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer, no hará nada". 4) "Siempre me he inclinado a pensar bien de todo el mundo, evita muchos problemas". 5) "La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén". 6) "Los peores embusteros son nuestros propios temores". 7) "Las palabras son la más potente droga utilizada por la humanidad".

Si mis manos pudieran deshojar. "Yo pronuncio tu nombre.. en las noches oscuras.. cuando vienen los astros.. a beber en la luna.. y duermen los ramajes de las frondas ocultas... Y yo me siento hueco de pasión y de música.. loco reloj que canta.. muertas horas antiguas... Yo pronuncio tu nombre.. en esta noche oscura.. y tu nombre me suena.. más lejano que nunca.. Más lejano que todas las estrellas... y más doliente que la mansa lluvia... ¿Te querré como entonces alguna vez?.. ¿Qué culpa tiene mi corazón?.. Si la niebla se esfuma.. ¿qué otra pasión me espera? ¿Será tranquila y pura?.. Si mis dedos pudieran deshojar a la luna".

"Soy humano, una criatura falible, con su fardo de pecados y de algunas cosas buenas. No me arrepiento de mi pasado ni me doy golpes de pecho. Lo único que puedo decir es que sigo amando a la vida". Así se expresaba Octavio Paz dos años antes de su muerte, el 19 de abril de 1998, ante la pregunta de Braulio Peralta de ¿cómo se contempla a sí mismo?. La poesía fue el destino de Octavio Paz, y como muchas otras actitudes de su vida, la defendió con las uñas de su palabra. "La gran poesía- decía el poeta-, la última o la mejor, debe ser clara y anónima, como la del Romancero Español, algo que se pueda beber a todas horas y en todas las épocas". Descreía que la poesía moría con el poeta. De aceptarlo, decía, significaría aceptar la muerte de la humanidad". Es parte de lo que sobre Paz escribe Luis Gastélum en su libro "Pasajeros con destino. De escritores y otros viajeros", de Editorial "Hojas de papel volando".

Lo confieso, irremediablemente, en la época de mi juventud tardía (cuando estaba dejando de ser un adolescente para entrar a la adultez), digamos que cuando rondaba los 16-18 años, había dos personajes que cuando soñaba despierto me decía a mí mismo: ‘¡Híjoles, cuando sea grande quiero ser como alguno de estos dos tipos’!, y por un lado estaba la figura harto flemática del agente secreto 007 (Al servicio de su Majestad) James Bond y, por la otra, la de un hombre que por muchas razones que no viene al caso comentar aquí –se los dejo a su imaginación-, era algo así como mi héroe personal, Hugh Hefner, sobre todo cuando salía fotografiado ataviado como casi siempre, con su bata de estar de seda color púrpura y solapa negra, y rodeado por un ramillete de chicas hermosas, a la sazón ‘playmates’ de su afamada revista Playboy, ¡ufff!. Por favor no me vayan a tildar de insensato, son cosas de la vida, cuando volteo hacia atrás lo atribuyo al ímpetu irrefrenable que muchos tenemos a esa edad, por fortuna mi visión cambió en cuanto a estereotipos, y es que el 9 de abril de 2016 justamente Hugh Hefner, el fundador de la tal vez más icónicas de las revistas, Playboy, cumplió 91 años y 64 su magazine, notable por donde se le quiera ver. Ya lo he dicho aquí en otras ocasiones, el material fotográfico que aparecía en sus páginas centrales era una razón más que suficiente para adquirir la revista, pero aunque no lo crean no era necesariamente lo más importante, a través de ella aprendimos mucho de la literatura del siglo XX y conocí a grandes autores, desde Henry Miller, Mailer, Capote, García Márquez y Murakami, y también por Playboy se nos acrecentó el gusto por el cine, el teatro, la música, el arte y los temas culturales en general. Estamos hablando de una revista que ayudó a cimentar en el mundo occidental la idea primaria de la revolución sexual a partir de su aparición en la segunda parte del siglo XX, que nos ayudó a ver temas tabú con naturalidad, sin mayores inhibiciones, además Playboy estaba editada con una calidad superior. Hefner ya no pudo llegar a los 92 años. Lo escribió en 2016, Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal. Foto de "New York Times"..

En aquellos años pretéritos, estamos hablando de mediados de los ochenta, o sea ya hace algunos años, era –y sigue siendo- un lugar común ir a comer en la capital a los famosos “botaneros”. De hecho un servidor lo más parecido que conocía eran las cantinas, más eufemísticamente llamados bares, había emigrado de la CDMX en donde esos lugares son verdaderos templos del buen beber y del buen comer –cuando pasa uno enfrente de ellos mínimo hay que santiguarse y en una de esas hasta hincarse-: “El Nivel”, catalogada como la más antigua de la CDMX; “La Ópera”, famosa porque aún aloja un balazo de Pancho Villa en una de sus paredes; “La Montejo”, muy cerca de la Universidad Lasalle en Benjamín Franklin; “La Polar” en el Circuito Interior y el “Gante”, en la calle que lleva el mismo nombre, y para qué le sigo porque van a tildar al que esto escribe de sibarita, la cosa es que en Xalapa empezamos a descubrir esos lugares en los que con una cerveza le sirven a uno una botana muy típica, fue entonces cuando descubrimos el famoso “Veinte”, que está ubicado en la calle de Miguel Alemán 20 y que para no quebrarse mucho la cabeza le pusieron por nombre el número de su domicilio. En aquellos años el “Veinte”, que se me perdone la expresión, era una cantina más bien con facha de cantinucha por la que no daba uno ni un tostón por ella, pero bueno, la cosa era “explorar”, y la primera vez que fuimos ¡qué grata sorpresa!, a la primera chicha que pedimos que nos sirven un caldito (texmole) rojo de puerco, picoso, delicioso, acompañado de sus respectivas tortillas; después, a la segunda güera, te hacen llegar uno o dos tacos dorados de papa o pescado con su respectiva lechuga, crema y queso espolvoreado, pero eso es nada más como abrir boquete, el “Veinte” tiene servicio a la carta con platillos que se han vuelto un emblema de la comida del mediodía: cecina con frijoles refritos y rodajas crudas de chile jalapeño y cebolla con sal y limón; el queso fresco o tipo jarocho frito, servido igual con la misma guarnición y tortillitas, y de ahí una carne enchilada hasta una mojarra al gusto. Hoy el “Veinte” ya no es más lo que fue, ya dejó atrás ese sabor como de barrio y se ha convertido en un lugar hasta “elegantioso”, pero sigue conservando ese sazón en sus platillos único en Xalapa que siempre deja satisfechos a sus comensales, ¡ahh, y una cosa más!, siempre encuentra uno a buenos amigos con los que se ha coincidido a lo largo de todos estos años con los que se disfruta más la visita al famoso “Veinte”. Lo escribió, en 2018, Marco Aurelio González Gama, directivo de "Crónica del Poder". Foto de Facebook.

"La cortesía no cuesta nada y gana mucho": Lady Mary Worthley. 2) "Las atenciones, las amabilidades son esas pequeñas cosas que a menudo florecen en grandes afectos": Dr. Pauchet. 3) "Hay en la cortesía, provecho y encanto": Eurípides.  4) "La cortesía es el perfume de la bondad: nos acerca a los hombres y nos allana el camino de la vida: Paolo Mantegazza. 5) La cortesía es hermana de la caridad, que apaga el odio y fomenta el amor: San Francisco de Asís.  6) "Una de las mayores victorias que se pueden obtener es la de ganarle a alguien en cortesía"; J. Biling. 7) "La cortesía es una rama de la caridad": Juan XXIII.  Tomado del portal "Pensamientos".

"Sin familia, sin el calor del hogar, la vida se vuelve vacía, comienzan a faltar las redes que nos sostienen en la adversidad, las redes que nos alimentan en la cotidianidad y motivan la lucha para la prosperidad. La familia nos salva de dos fenómenos actuales, dos cosas que suceden: la fragmentación (la división) y la masificación. La familia es escuela de humanidad, escuela que enseña a poner el corazón en las necesidades de los otros, a estar atentos a la vida de los demás. Las familias no son un problema, son principalmente una oportunidad. Es cierto, no existe la familia perfecta, no existen esposos perfectos, padres perfectos ni hijos perfectos, y si no se enojan yo diría suegras perfectas. Pero eso no impide que no sean la respuesta para el mañana. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos espacios de libertad y de amor. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos centros de humanidad". Es parte del discurso del Papa Francisco que ofreció hace tiempo en un encuentro con familias en Santiago, cuando visitó Cuba. Foto de archivo.

1) "El trabajo de amarte.. como tú debes ser amada.. el trabajo solamente mío. 2) Y mis enfermedades, mi desdicha.. mi soledad que nada.. conseguía quitar, ¿qué cosa fueron.. si no lecciones duras.. de amor, que me obligaban a buscarte?. 3) Mis pasos, los primeros..sin que nadie pudiera sospecharlo.. me llevaban a ti. Cada palabra.. que mi boca aprendía.. me preparaba a pronunciar tu nombre. 4) Cuando jugaba estando solo.. jugaba a estar contigo.. 5) Después de cada gozo conseguido.. de cada sed vaciada.. de cada esfuerzo pleno.. estabas esperándome tranquila. 6) Ya ves por qué te quiero bien ahora.. mi amor no es cosa nueva,.. como a la muerte, irremisiblemente.. desde el nacer te estaba destinado". Los incluyó Francisco Morosini en su libro "El frágil recuerdo". Tanto a Bonifaz Nuño como a León Felipe, "Paco" refiere en el texto, que los conoció un domingo cerca de la Calzada de los Poetas, en el Bosque de Chapultepec, en la ciudad de México, donde los poetas expresaban de propia voz sus creaciones".