¡Oiga! me imagino que si usted tiene hij@(s) en una escuela de nivel básico, anda como desesperado corriendo para llegar a tiempo antes de que cierren la puerta, y así evitar que vaya(n) acumulando retardos que después serán motivo de suspensión. También me imagino que echó sus carreras para comprar los materiales y útiles para que realice(n) las actividades desde el primer día de clases; esto en el caso de que lo hay realizado con tiempo y no en la víspera. Todo con tal de que su vástago adquiera los aprendizajes que le serán de utilidad para interpretar, argumentar y resolver problemas de su contexto externo, de manera integral y con compromiso ético.
Miré, sin el ánimo de malograrle el entusiasmo porque su retoño ya está estudiando, pero si para que asuma una actitud más protagónica, déjeme le cuento que las dos semanas previas al inicio del ciclo escolar 2015-2016 los profesores (entre los que me incluyo) ocupamos las más de cinco horas diarias en discutir temas que en nada les/nos serían de utilidad para el desempeño frente a grupo; lo que se refleja en que andamos como locos desesperados tratando de entender cómo se redacta una Planeación Didáctica Argumentada que justifique si lo que enseñamos ayudará a que el estudiante sea capaz de resolver cualquier problema que el contexto le presente.
Si recuerda, en otra entrega compartí lo que pienso sobre la Reforma a los Artículos 3° y 73 constitucionales, así como los beneficios que estoy seguro traerá en la mejora de los servicios educativos que los educadores ofrecen a los educandos, la reducción de la desigualdad social, la equidad de género, etcétera; además del papel protagónico que se le confiere a usted en vigilar que cada profesor cumpla con los principios pedagógicos y estándares curriculares establecidos en el Plan 2011.
Pero esto, por lo menos en este ciclo escolar, solo algunas escuelas, me atrevo a pensar, lo lograrán; en primer lugar porque pocos maestros están comprometidos con su formación/actualización continua, dominan los contenidos de la disciplina y el marco curricular en que se inscribe, aplican estrategias didácticas apropiadas a la disciplina que enseñan, organizan contenidos de manera coherente de acuerdo con el currículum y los perfiles de aprendizaje de los estudiantes, elaboran estrategias de evaluación que se desprenden de los objetivos, la disciplina y el currículum.
A esto agréguele ahora lo de la Planeación Didáctica Argumentada en la que debemos describir el contexto interno/externo de la escuela: recursos y mobiliario, actitudes y valores e infraestructura y contexto social; el diagnóstico del grupo: conocimientos previos y características de aprendizaje; el plan de clase: campo formativo, eje temático, tema, contenido, estándar, aprendizajes esperados, competencias, estrategias didácticas (actividades y tiempo), recursos, evaluación; fundamentar las estrategias de intervención didáctica elegidas: inicio, desarrollo, cierre (¿Qué? ¿Cómo? Por qué? ¿Para qué?) y las estrategias de evaluación: instrumentos, criterios y tipos de evaluación.
Todo un paquete; pero como arriba lo señalé –y que en la pasada entrega lo expuse de manera más extensa– la pérdida de tiempo en asuntos que no son de competencia directa al desempeño en el aula, deja al docente en la más absoluta indefensión, abandono y desesperación, al no saber por dónde hilar todos estos nuevos campos del saber y exigencias metodológicas.
Así que lo invito/la invito a que no deje solo al maestro de su hij@, que se solidarice con el trabajo que realiza, que lo apoye en las tareas que se deben realizar extra clase; pero principalmente que sea un aliado de calidad en la formación de “individuos libres, responsables y activos; ciudadanos de México y el mundo, comprometidos con sus comunidades”.
Comentario Breve
A unos meses de que concluya el contrato/nombramiento de Director Titular de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, de Lanfranco Marcelletti Jr, algunos músicos manifiestan su desacuerdo porque continúe al frente de la Institución Musical más antigua del país. La desavenencia entre el director y varios maestros ha llegado a un punto de intolerancia que las autoridades universitarias ya empiezan a analizar con más cuidado la conveniencia de que la ratificación.
En mi opinión creo que si ambas partes no llegan a un punto de coincidencia, lo más prudente es que se opté por una nueva opción para la titularidad de la Sinfónica. De lo contrario la calidad/prestigio de unos de los signos de identidad de los veracruzanos perderá su brillo.